Timonel de la estatal dice no tener diferencias con Thomas Keller. Su remoción, insinúa, se produjo por desgaste.
Oscar Landerretche (economista, 41 años) fue el último de los nueve directores de Codelco en bajar desde el piso 11 al primero, el viernes, a las 2 de la mañana. Esa noche, la mesa decidió por cinco votos a favor, tres en contra y una abstención, remover a Thomas Keller de la presidencia ejecutiva. Landerretche fue nombrado presidente del directorio de la minera el 12 de mayo, pero su designación debe ser refrendada por la Contraloría (ver página 4). Si no lo ratifican, no podrá seguir, pero la decisión del jueves ya no se podrá revertir. La salida de Keller, a partir del 13 de junio, es definitiva. En la reunión que comenzó el jueves a las 20 horas, y que tuvo varios miniencuentros entre directores, el presidente de la mesa se abstuvo de votar.
¿Por qué se abstuvo?
Me parece que el mandato más importante del presidente del directorio es fortalecer no solamente la legalidad, sino la legitimidad del gobierno corporativo de Codelco y en particular del directorio. Me parecía que no debía manifestarme con un voto hasta que no esté resuelto el tema de Contraloría. Eso no significa que no participe en las discusiones y haga ver mi punto de vista.
Pero ¿compartía la decisión mayoritaria de remover a Thomas Keller?
Me parece que Thomas Keller ha hecho un gran trabajo: detuvo una tendencia de alza en los costos, que también hay que decir, no era solamente de Codelco, sino que se produjo en toda la industria de la minería. Y algunas compañías, sólo algunas compañías, han logrado en el último año romper esa tendencia y quebrarla. Me parece muy destacable el legado de Thomas Keller en términos de lograr colocar a Codelco en el grupo de las compañías que han logrado quebrar esa tendencia (…). Sin embargo, es evidente que cuando alguien hace una contribución a una organización, se desgastan las relaciones personales. Necesariamente se tensan, se producen a veces heridas, cosas que quedan pendientes de resolver, y esa es la lógica que tienen todas las organizaciones humanas: el recambio. En Codelco enfrentamos un escenario de desafíos de inversión muy grandes y necesitamos enfrentarlos con una compañía unida. Los plazos y la dimensión de los desafíos son demasiado grandes como para que tengamos una situación tensa.
¿Y él era un factor de división? Usted dijo que en esta etapa se requería un nuevo liderazgo. ¿Qué le faltaba a Keller para esta nueva etapa?
El hizo un gran aporte, no merece que uno lo califique de esa manera. Las personas tienen distintas habilidades, no todos somos buenos para todo y ninguno es medallita de oro, para gustarles a todos, como dice la ranchera. Eso es así y por eso es que en distintas etapas se necesitan distintas personas.
Keller esbozó en una entrevista que había diferencias con el directorio y dijo que no estaba disponible a malgastar el dinero de Chile…
Yo también llevo algún tiempo en el ámbito público, no a gran nivel, pero he tenido como académico y economista, interacción con los medios y sé que a veces las cosas se pueden decir de una manera que no es la intención. A veces, incluso, en la redacción, en la edición del artículo, las cosas pueden verse de una manera que no es lo que se querían decir. Yo más bien les atribuyo a esos titulares algo de ese estilo, porque si ustedes lo piensan, hay algo que es de pura lógica: los nuevos directores llevan menos de un mes, hemos tenido apenas una sesión ordinaria, hemos tenido apenas una sesión de cada comité, yo he estado presente en todas, y para ser bien sincero, no observé mayores discrepancias.
¿Tuvo varias reuniones con Keller?
Muchas, en estos días he tenido muchas reuniones.
¿Y había más acuerdos que desacuerdos?
Muchísimos acuerdos. Básicamente comparto su visión sobre la empresa, con algunos, como está de moda decir hoy, matices, pero que no son desacuerdos. Son énfasis que yo creo que son importantes.
¿Cuáles son esos matices?
El problema es la capacidad técnica y de gestión y productiva de Codelco para ejecutar los desafiantes proyectos estratégicos que tiene por delante dentro de los marcos de costos y los tiempos presupuestados, ese es el verdadero desafío. Y desde mi punto de vista, eso requiere un nivel de unidad en la compañía que yo, honestamente y con mucha sinceridad, llegando, no lo observo. Sí tengo que constatar que no es sólo una cosa exclusiva de Codelco. La empresa está somatizando una cierta tendencia que existe en nuestro sistema económico y político nacional a calificar culpas respecto de los problemas de productividad de una manera bastante liviana. Me explico: es muy conveniente cuando un gerente fracasa en su gestión, y es un mal gerente, decir que el problema es de los trabajadores. Y es muy conveniente para el trabajador decir que el problema es del gerente. Desde mi punto de vista, cuando fracasa un equipo, fracasa entero. Y si estamos en una dinámica en la que los equipos fracasan, la actitud correcta es asumirlo como equipo y tener una reflexión interna sobre lo que se puede hacer y no estar ventilando que la culpa es de este, del otro. Yo creo que eso no es el clima que necesita una compañía que tiene desafíos grandes.
¿Esa relación con los trabajadores es lo que pesa en esta nueva visión donde Keller no tiene sintonía?
Pero eso no es algo que se adjudica a una persona. Al revés. Cualquiera que sea el presidente ejecutivo que venga va a tener que enfrentar el mismo desafío, y es un desafío gigante, porque el nivel de escepticismo que yo veo, y lo noto en sus preguntas de hecho, de que esto sea posible de resolver, es enorme. El sistema político chileno, el sistema empresarial chileno, está acostumbrado a la idea que no es posible tener acuerdos entre trabajadores, gerencia y dueños, al estilo de lo que ocurre en países más desarrollados. Se nos dice constantemente que no es posible y quizás nos hemos autoconvencido que no es posible. (…) Enfrentar esos desafíos requiere un nivel de unidad grande, de compromiso y de pactos, para que logremos superar esta situación.
¿Y eso no lo representaba Keller?
Es que no es un tema de lo que represente. Es que debido al rol, a como quedan las relaciones después de un proceso duro, de grandes esfuerzos que hizo para enfrentar el tema de los costos, es difícil recomponer esas relaciones. No digo que sea imposible, pero honestamente esto estaba así desde antes que llegaran los actuales directores.
Si hay una buena evaluación y no había problemas de visión, ¿por qué se le saca?
Porque se necesita un liderazgo que nos permita proyectar el tipo de pactos, acuerdos y alianzas y unidad de la compañía que necesitamos de ahora en adelante. Lamento que las cosas se centren en una persona, porque a mi juicio lo central son las instituciones, en el minuto que un país depende de personas específicas, estamos muy mal. Aquí los problemas son institucionales y se producen desgastes y etapas y también llegará la etapa en que los que estamos en el directorio salgamos desgastados, lo encuentro muy natural.
¿Quieren reeditar la Alianza Estratégica que existió hace años con los trabajadores?
La alianza estratégica fue para un período. Tuvo sus luces y sus sombras. Ahora necesitamos hacer una cosa distinta, pero lo único que sí tiene en común es que busca aunar voluntades en torno a un proyecto estratégico que es urgente y que está retrasado. Hoy es inconcebible hacer un pacto estratégico en una compañía como Codelco que sea solamente con los trabajadores y la gerencia, sin involucrar, por ejemplo, a las comunidades locales.
¿Tienen mucho poder los trabajadores en Codelco?
No me parece. Me parece, y lo digo con total convicción, una virtud de Codelco es el que los trabajadores estén representados en el directorio. Me parece excelente, es un modelo que debería seguirse y no sólo eso, creo que es una oportunidad de demostrar que ese es un modelo que nos permite proyectar esa sociedad estratégica (…) Tenemos una oportunidad con Codelco, la oportunidad de demostrar que se puede enfrentar el desafío del desarrollo en Chile sin tener que estar antagonizando trabajadores con gerencia, capital con trabajo, ni ninguna de esas categorías de la guerra fría.
GOBIERNO CORPORATIVO
¿Siente que este episodio es un retroceso en el gobierno corporativo?
No creo que sea un retroceso; es un síntoma de un gobierno corporativo que no está bien diseñado. Lo digo bien sinceramente. En esto estoy criticando a nuestra propia gente, porque se hizo en el gobierno de Michelle Bachelet, pero con mucha honestidad tengo que decir: creo que no se hizo completo, hay elementos pendientes…
¿Cuáles?
Si uno quiere hacer una ley de gobierno corporativo para independizar una compañía del Estado del gobierno y del ciclo político, es muy raro hacer coincidir la elección de los representantes del gobierno con la asunción del gobierno. Me parece un poco cínico pretender tener esa ley y después invocar esa misma ley para que no tenga efectos el ciclo político. La ley de gobierno corporativo debiera ajustar la manera y temporalidad en que se designan sus directores a un esquema más parecido al del Banco Central.
La otra es la más evidente: se pueden inventar todas las leyes de gobierno corporativo que quieran, pero mientras tengamos a Codelco yendo año tras año a regatear su financiamiento a Teatinos 120, ¿de qué independencia y gobierno corporativo me hablan? Hay que conseguir que el esquema de financiamiento de Codelco, su relación con el dueño, que es el Estado, se desanualice. Que se plurianualice.
¿El reemplazante de Thomas Keller será buscado con head hunter?
Hemos decidido usar todos los modos de búsqueda. No queremos casarnos con ninguna: head hunter, búsqueda directa, probablemente vamos a abrir el proceso por si alguien quiere postular, incluso del exterior. Hay grandes ejecutivos internacionales que podrían estar interesados en este desafío.
¿Debe tener un perfil minero?
Aún no lo hemos discutido en el directorio. Recién ahora vamos a empezar a abordar la discusión sobre el nuevo presidente ejecutivo. Me parece evidente que necesitamos una persona que sepa minería, pero hay personas que saben de minería y alguna otra cosita, y probablemente donde se va a jugar esto es en esas otras cositas.
¿Cuáles son las tareas más urgentes de Codelco?
Hay que tomar lo logrado en términos de haber quebrado la tendencia al alza de costo y proyectarlo, es decir, que no se devuelva hacia arriba, porque ya estamos viendo que la tendencia del precio del cobre sigue más o menos no más. Lo segundo que necesitamos es resolver el tema del financiamiento, porque mi visión, de lo poco que llevo interactuando con la alta gerencia, es que efectivamente esto del tratamiento año a año que recibió Codelco en su financiamiento tiene inmovilizados los proyectos.
«CREO QUE PUEDO SER UN APORTE EN LOS TEMAS FISCALES Y FINANCIEROS»
En su Twitter se define, entre otras cosas, como hijo de Bello y García Lorca, economista socialista, académico público, filósofo de ejecución, upeliento, nerd, bielsista y chuncho republicano. Dirige la Escuela Economía y Administración de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile e hizo un doctorado en economía en el MIT. Hace dos meses, se declaró partidario de un Estado más grande y que en ello tiene una motivación ideológica. Pero no admite una motivación ideológica en su cargo de presidente de Codelco. “No todo lo que uno hace lo hace por los mismo motivos. Es como decir, ¿qué motivaciones ideológicas tienes para ser profesor de economía? Bueno, esa es mi profesión”, responde Oscar Landerretche. Con igual franqueza dice que le costó aceptar el cargo. “Yo estaba envuelto en un proyecto de reforma curricular de la Facultad de Economía, muy profundo. Le tengo mucho cariño a este lugar, es el lugar donde yo estudié, estudió mi papá, mi mujer. Para mí, dejar esto a medio hacer es un costo tremendo. De hecho, en este momento, estoy buscando la manera de transitar de lo uno hacia lo otro, sin ser irresponsable con lo que falta por hacer acá (…). Sé que en la política chilena nadie le cree cuando uno dice esto, porque todo es como frío y calculador y da lo mismo. A mi no me da lo mismo la Universidad de Chile”, agrega.
¿Va a reducir su jornada en la universidad?
Hice dos cosas: la reduje al mínimo que se permite desde el punto de vista de un directivo, que son 22 horas. Y, adicionalmente, reoptimizamos los tiempos con los equipos que tengo acá, que son casi todos estudiantes que han hecho la reforma curricular de economía. Ahora, desgraciadamente para mi, el período más álgido de mi labor en el directorio es justo al principio, lo que coincide con esta transición, y por eso me resistí.
¿Y por qué aceptó el cargo, entonces?
Me parece interesante el problema del gobierno corporativo de Codelco como problema de política pública, incluso, de economía política. El gobierno corporativo de Codelco tiene recién cuatro años y es una rareza, es un invento, es una cosa especial. Me parece interesante como uno puede contribuir a hacer converger la ley y su código y su práctica a un Estado estacionario virtuoso (…).
La otra razón es que tengo una trayectoria en el área macroeconómica y fiscal y me parece extremadamente desafiante e interesante el problema fiscal de Codelco. Es crítico para el país. Codelco tiene este problema de que es una fuente muy importante de financiamiento del Estado, pero a la vez necesita estas inversiones y tiene estas dificultades con el tema del endeudamiento. Necesitamos encontrar una manera de financiarlo, cómo financiarlo en el tiempo y de qué manera, con qué instrumentos. A mi me pareció eso un desafío interesante y creo que puedo contribuir a eso.
La Contraloría analiza desde hace tres semanas si cumple con los requisitos legales para ser director de Codelco. ¿Le inquieta la demora?
No me tiene inquieto. Efectivamente creo que puedo ser un aporte, pero si las instituciones de la República creen que uno no es elegible -que es una manera de decir que el aporte de uno no viene a lugar-, bueno, es la ley y quien mejor que manifestarse al respecto que la propia Contraloría. Estoy tranquilo y si no se puede, no se puede nomás, no hay problema y habrá otras personas, si nadie es insustituible y, por lo demás, en la universidad tenemos hartas cosas que hacer.
La derecha ha criticado su falta de experiencia en el manejo empresarial. ¿Debe ser un requisito para presidir Codelco? ¿Se siente en falta?
No me siento en falta. Creo que soy una persona que puede hacer un aporte. Creo que en el cargo de presidente ejecutivo podemos colocar gente que tiene una gran experiencia empresarial y minera y eso es muy importante. Además, en el directorio hay gente con mucha experiencia, no soy la única persona. Somos nueve y hay grandes personas con experiencia empresarial, muy destacadas. El aporte que vengo a hacer viene a complementar las habilidades que ellos tienen con lo que yo tengo, que es la gran experiencia en problemas fiscales, financieros, que son los que están inviabilizando a Codelco.
A los trabajadores les planteó en una carta que este era un “momento crítico en la ilustre historia” de Codelco, de “misión de proporciones épicas”, de “la mirada grande”. ¿Por qué tanta grandilocuencia?
Cuando uno ve los pronósticos de producción y dotación de Codelco a 50 años, observa que vendrá un cambio súper grande en la compañía. De una compañía, en tamaño de producción, en ganancias e incluso en personal, que gira predominantemente en torno a Calama y los yacimientos del norte, a una compañía en que van a tener una importancia enorme los yacimientos que están en el centro.
Es diferente hacer minería en el desierto a hacer minería en torno a las ciudades y a la agricultura, es un gran desafío, es mucho más difícil, porque coloca restricciones ambientales y porque hace mucho más importante el tema de las licencias sociales para producir. Eso es un cambio paradigmático en cómo te organizas. Suma todo. Proyectos mineros que, al menos tres de ellos, según los expertos en minería, serán probablemente los más grandes que se van a hacer en el mundo, los tres se van a hacer acá, al mismo tiempo, por la misma compañía y en distintas partes del país (…). Una compañía que no estaba acostumbrada a ese tema tendrá que comenzar a lidiar con ese problema. Eso resalta lo local, lo social, la responsabilidad social empresarial, lo ambiental, el involucramiento de la comunidad, y eso implica que el tema comunicacional ya no es sólo un tema buena onda, se vuelve un tema central. De verdad, creo que es así, mucha gente lo dice, muchos hablan de un momento fundacional de Codelco, y yo creo que estamos ahí. Por eso creo que no exagero ni un poco con mis proporciones épicas.
Fuente:latercera.com