3.798 Trabajadores de dotación propia tiene Minera Escondida, mientras que los contratistas alcanza a 5.846, según la información actualizada de la compañia.
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El “hombre fuerte” de la principal minera privada del país abordó los proyectos y desafíos de la compañía y enfrentó las críticas levantadas en el último tiempo por el compromiso con la región, el impacto de la extracción de agua en los salares y la nueva política de pago a proveedores.
En agosto de 2014 BHP BiIliton -controladora de Minera Escondida- oficializó la llegada de Hilmar Ro-de a la presidencia de la principal minera privada del país en reemplazo del colombiano Edgar Basto.
Su arribo a la ciudad se produjo semanas después, en septiembre, justo cuando el principal sindicato de la compañía impulsaba jornadas de movilización en protesta por temas como el registro de asistencia y las escalas de ascensos, entre otras demandas. Ese convulsionado ambiente pudo haber sido un anticipo de las serias complicaciones que Rode ha debido enfrentar prácticamente durante toda su administración, marcada por un proceso de reestructuración de la compañía -que también significó el egreso y despido de muchos trabajadores- y la brusca baja en el precio del metal rojo.
Rode es Doctor en ingeniería Química de la Universidad del Estado de New York, Buffalo, Estados Unidos. Cuenta con más de 20 años de experiencia en minería y metales, papel y química. Antes de llegar a Escondida, trabajó para Glencore, Mondi, Anglo American y Praxair en posiciones gerencia-les, operaciones, desarrollo de negocios e investigación y desarrollo.
Escondida es un referente en la ciudad y la región.
¿Cómo se percibe su impacto tras 25 años de operación? Escondida es muy importante en la ciudad de Antofagasta y en la región. Lo sabemos muy bien y tenemos una gran responsabilidad en este sentido. Por eso nos hemos esforzado siempre por participar activamente en su desarrollo. No tengo los datos oficiales de nuestro impacto individual en la región pero según cifras de 2013, que son las que manejo, la actividad minera tiene un impacto de más del 55% en el PIB regional. Y al ser Escondida una de las mayores compañías, nuestro impacto es muy relevante. Eso considerando sólo el impacto en términos económicos. Sus operaciones han elevado los estándares en distintos ámbitos, por lo que se espera mucho de Escondida. ¿Sienten que son el actor privado más re levante de la zona? La compañía llegó al país en la década de los 80, con la mirada que tiene un operador minero con experiencia global. Las prácticas adoptadas en Es- condida tienen mucho que ver con ese conocimiento adquirido. Creemos que ellas han influido positivamente la manera en que se hace minería en Chile. Al mismo tiempo, nosotras también hemos aprendido mucho de otras empresas y de otros actoras. Estamos muy conscientes de que Escondida es clave para esta región así como lo es para el país, lo que representa una enorme responsabilidad. Eso lo tengo muy claro desde el pri- mer día que llegué a Antofagasta, en septiembre de 2014. Este País ha sido dotado de una gran riqueza mineral y nuestra responsabilidad es gestionar este recurso de la manera más eficiente posible.
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Proyectos
¿Cuál es el estado de avance de sus principales proyectos OLAP, OGP1, EWS? Vamos muy bien en esta materia. El proyecto OLAP, por ejemplo, que contribuirá a mantener la capacidad de lixiviación de óxidos, ya está en plena operación. OGP1, nuestra tercera planta concentradora, también está en operaciones y esperamos que alcance su plena capacidad en los próximos meses. De hecho, próximamente realizaremos la ceremonia de inauguración de OGP1, junto con la celebración de los 25 años de Escondida. Esta concentradora tuvo una inversión de US$4.200 millones. La planta desalinizadora (EWS) avanza muy bien y esperamos que entre en operaciones en 2017. Tendrá una capacidad de 2.5001/s, por lo que será una de las mayores plantas de desalinización en el mundo, y se añadirá a la que operamos desde 2006, también en Puerto Coloso. Estamos muy entusiasmados porque con la operación de OGP1 más la finalización de la segunda planta desalinizadora y la potencial extensión de la vida de Los Colorados, podríamos estar en condiciones de operar tres concentradoras, y esto nos permitirá mantener la producción relativamente estable por la siguiente década, a pesar de la disminución de la ley de mineral. Nosotros pensamos con optimismo en el futuro y estas inversiones así lo demuestran.
¿Qué porcentaje del consumo total de MEL será cubierto con agua desalada una vez que entre en operación EWS? Antes que nada déjeme reiterar algo: no podemos producir cobre si no tenemos agua. El agua es un insumo imprescindible para la producción de concentrado de cobre. Este es un desafio que enfrenta toda la minería. La industria requiere trabajar en diversas opciones que permitan asegurar, de manera sustentable, el suministro hídrico de corto y largo plazo. En nuestro caso, queremos disminuir de manera significativa el uso de acuíferos y reemplazarlo con agua desalinizada. Este es un paso muy importante para mantener la sustentabilidad de Escondida en el largo plazo. La construcción de nuestras plantas desalinizadoras dejan de manifiesto que estamos comprometidos en forma seria y responsable a cambiar el balance de nuestras fuentes de abastecimiento de agua, pero es necesario que esto lo hagamos en forma gradual.
¿De dónde provendrá el resto del consumo? En el futuro, de una mayor recuperación de agua de nuestro procesos y marginalmente de aguas subterráneas.
¿Están explorando nuevas fuentes de abastecimiento de agua? ¿Dónde? No. Como ya le mencioné, en el mediano plazo vamos a disminuir de manera significativa el uso de acuíferos, reemplazándolos con agua desalinizada. A su vez, seguiremos implementando iniciativas que nos permitan reducir el consumo y aumentar la recuperación de agua de nuestros procesos.
¿Cómo evalúan el impacto de la extracción de aguas en sectores como Punta Negra, Hamburgo y Monturaqui? Déjeme primero precisar que Hamburgo corresponde al agua que aflora producto del desarrollo del rajo Escondida y por tanto, es agua de recuperación mina. Sin duda, reconocemos que la industria minera, por su naturaleza, tiene el potencial degenerar impactos ambientales. Y es sabido, que la extracción de agua tiene efectos sobre el comportamiento de los acuíferos. Yes por eso, que tenemos sistemas de control y monitoreo que nos permiten mantener el funcionamiento de los ecosistemas asociados a nuestras áreas de extracción. Buscamos privilegiar aquellas fuentes que representan un menor impacto ambiental, como el agua desalada, minimizando el uso de acuíferos ya su vez optimizando el consumo del recurso.
Ciclo
¿Qué horizonte estiman para este ciclo de precios bajos? Nosotros solo controlamos nuestra operación y tenemos optimismo pues el panorama para el cobre continúa siendo positivo en el largo plazo. Actualmente, los precios afectados por la creciente oferta, una demanda algo más débil de la esperada, mejoras en la productividad en las operaciones existentes y un dólar más fuerte. En el corto a mediano plazo, se espera que una producción nueva y ampliada mantenga al mercado bien abastecido, a pesar de la disminución de producción de alto costo. Sin embargo, en el largo plazo, el panorama para el cobre continúa siendo positivo dado que la demanda está fundamentada en el cambio del consumo de China y la extensión del crecimiento de los mercados emergentes. A fines de esta década, se espera que surja un déficit dada la caída de las leyes, el incremento de los costos y el limitado desarrollo de buenas oportunidades que restringen la habilidad de la industria de satisfacer una creciente demanda.
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¿Volverá el cobre a los us$4 en esta década? iEso sí que nadie puede saberlo! Este es un mercado cíclico, pero nuestra industria -por su naturaleza-, debe planificar con mucha antelación, de modo que no nos podemos guiar exclusivamente por ellos. Más bien debemos evitar euforias durante el ciclo alto y abatimientos durante el ciclo bajo.
¿Cómo observan la pérdida de competitividad del país en el ámbito minero? La productividad en la industria minera ha bajado más de 20% en la última década por lo tanto continúa siendo el eje del desafio. Según información pública de las empresas que operan en la industria de cobre podemos ver, por ejemplo, que en términos de toneladas minadas anuales / persona dotación total, la productividad en chile es tres veces menor ala de Canadá y Estados Unidos. Debemos realizar un esfuerzo significativo y sostenido para cerrar la brecha. Si no lo hacemos, y ante escenarios de menores leyes, podríamos tener un proceso gradual de disminución de producción, con los respectivos impactos económicos y sociales.
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Fuente: Mercurio de Antofagasta www.chilemineria.cl