Home » Noticia Destacada, Noticia País, Temas » Inversión minera privada rompe tendencia a la baja y alcanza nivel más alto en tres años
De acuerdo con información de Cochilco, el desembolso de las 20 mayores empresas de cobre y oro llegó a US$ 4.989 millones el año pasado.

Para el sector minero, 2018 estuvo marcado por dos sentimientos contradictorios: el optimismo -reflejado en operaciones como el ingreso de Tianqi a SQM o el vamos que la canadiense Teck dio a Quebrada Blanca 2 al encontrar socio- y la cautela, a raíz de los efectos de la guerra comercial.

Entre los temas positivos, el cambio en la tendencia en los niveles de inversión, que se había comenzado a ver en 2017 impulsados por Codelco, llegó al sector privado.

Así lo revela el anuario de la minería publicado por Cochilco, que muestra la evolución que han tenido los desembolsos en el sector.

Aunque los niveles están lejos de 2013 -cuando se logró un peak de US$ 15.027 millones-, el año pasado se totalizó un flujo de efectivo para incorporación de activos fijos por US$ 8.883 millones, un alza de 22% respecto de 2017.

Aunque Codelco aumentó en más de US$ 400 millones sus niveles de inversión, el aporte más significativo estuvo en el segmento privado, donde Cochilco reúne a las 20 mayores empresas de cobre, así como las de oro. Este grupo desembolsó US$ 4.989,4 millones, quebrando una tendencia a la baja que se venía dando desde 2013. Además, fueron US$ 1.153 millones extra frente a 2017.

El director de Estudios y Políticas Públicas de Cochilco, Jorge Cantallopts, dice que el año fue “bastante positivo” en términos de avance de algunos proyectos, pero asegura que “el nuevo escenario que se ha generado, con el llamado conflicto comercial (entre China y EEUU), ha generado mucha incertidumbre y expectativas de menor crecimiento de la economía mundial, lo que ha hecho caer el precio de los metales, entre ellos el cobre”. Esto, dice, “ha retrasado algunas decisiones de inversión de las empresas y probablemente el impulso que se generó el 2018 se vea algo disminuido el 2019”.

Alzas y bajas

Entre los contrastes que revela el documento, está que el país alcanzó un récord en la producción de cobre, con más de 5,8 millones de toneladas, el punto más alto en los últimos 20 años, pero se vieron ajustes entre los mayores aportantes a esa cifra.

Si bien Codelco continúa como el mayor productor, dentro de sus divisiones se han visto ajustes como la caída en la producción de Chuquicamata en la última década, lo que ha sido compensado por Ministro Hales y Teniente.

En el segmento privado, ha cambiado el mapa de las diez mayores faenas productoras. Hace una década, El Abra y Cerro Colorado entraban dentro de esta categoría, pero hoy han disminuido su producción y han llegado actores como Sierra Gorda y Caserones.

Cantallopts destaca el récord en la producción de cobre, lo que sumado al récord en la producción de compuestos de litio y a la gran producción de molibdeno, logró contrarrestar los menores precios de los últimos años, especialmente en el cobre.

El experto plantea que “los próximos años Chile debiera incrementar su producción de cobre, pero de manera muy paulatina, ya que si bien existe un espacio para mejorar los niveles con las operaciones existentes y la concreción de nuevos proyectos, probablemente se requiere avanzar en nuevas iniciativas, especialmente en nuevos minerales en los cuales podemos tener importante potencial como el litio, el oro, el cobalto u otros”.

Uno de los minerales que ha crecido es el litio. En el anuario se contabiliza una producción de 97.323 toneladas métricas, un alza de 20% respecto a 2017, y de 71% respecto a una década atrás.

“Existen varios proyectos tanto en Chile como en el resto del mundo (de litio), lo que podría generar un riesgo de sobreproducción, lo que sumado a que existen algunos riesgos de demanda por la reducción de los subsidios a los vehículos eléctricos de parte de China, podría llevarnos a un mercado bastante más complicado en los próximos años”, advierte Cantallopts.

¿Costos controlados?

Un dolor de cabeza que habría quedado en el pasado en la industria son los costos, que bajaron levemente en relación al ejercicio 2017.

Según plantea el experto, en los últimos períodos estos no han presentado grandes fluctuaciones y se aprecia una cierta estabilidad.

“Hay que tener en consideración que los costos están influenciados por múltiples variables, muchas de las cuales vienen dadas por el comportamiento del mercado, como por ejemplo los precios de los insumos y combustibles, y ante lo cual las empresas mineras tienen un margen de maniobra más acotado”, explica.

Por esto, advierte que “el sector debiera continuar con sus esfuerzos para mantenerlos controlados”.


Fuente/DF
Chile Minería/www.chilemineria.cl 
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