Desde Prime Energía, que levantará seis de estas unidades, ven clave que la matriz sea variada, para asegurar un suministro confiable y flexible.
En los años recientes, la generación de electricidad en base a fuentes renovables ha crecido exponencialmente, cerrando el año pasado con una participación sobre el 20%. En paralelo, las centrales a carbón están cerrando sus operaciones, iniciativa impulsada por el plan de descarbonización.
Pero, aunque la tendencia es ir hacia lo “verde”, hay una fuente de energía termoeléctrica que sí está creciendo: se trata de las centrales a diésel, que aumentarán su capacidad instalada este año. Según cifras del Coordinador Eléctrico, en 2020 entrarán siete nuevas unidades de ese tipo, que suman una potencia de 542 MW. Seis de ellas corresponden a Prime Energía, que suman una potencia de 475 MW.
Estos 542 MW equivalen, por ejemplo, a la capacidad del complejo Alto Maipo, que se inaugurará este año y que aportará 531 MW.
En general, estas centrales no suelen inyectar energía de forma permanente al sistema, ya que tienen un mayor costo que, por ejemplo, la producción eólica, a carbón o solar, por lo que más que ganar por venta de energía, el incentivo para instalarla es la remuneración por potencia. Es decir, por estar disponibles en caso de necesidad del sistema.
Desde Prime Energía aseguraron que “la generación de energía debe ser con centrales renovables y eso es lo que todos queremos. Sin embargo, es importante que la matriz contenga una variedad de tecnologías para asegurar un suministro confiable y flexible. Las centrales de respaldo entregan esta confianza y flexibilidad”. Agregaron que la variabilidad incrementará (por las renovables), por lo que es necesario tener dichas centrales a modo de respaldo.
Respecto a la remuneración por potencia, señalaron que “en Chile el precio de potencia es menor que en otros países de América Latina y es un negocio de bajo margen, que exige una mayor eficiencia operacional. Dada la buena y estable regulación, nuestra inversión en Chile está basada en el largo plazo y no por un retorno inmediato”.
En tanto, al ser consultado el Ministerio de Energía, indicaron que el mercado de generación está abierto a la competencia. Sin embargo, creen que “hay señales en generación que deben ser actualizadas en el contexto del ingreso de las energías renovables, y que hay que hacerlo con un enfoque integral”. Agregaron que “la Estrategia de Flexibilidad- que aborda los desafíos del desarrollo del sector generación- fue trabajada con expertos del sector y socializada con distintos actores”.
Baja participación
La participación del diésel en los últimos años ha ido a la baja. En 2016, esta tecnología aportó el 2,44% de la electricidad producida en el sistema, mientras que en 2017 la cifra bajó a 1%. En 2018 se redujo a 0,38% y el año pasado, 0,37%. Para este año, se proyecta que represente sólo 0,11% del total de la energía.
Fuente/Pulso Chile Minería/www.chilemineria.cl www.facebook.com/chilemineria.cl/ twitter.com/CHILEMINERIA #chileminería, #minería, #energía,#cobre,#comunidades,#negocios,#aprimin