La compañía está dedicada a realizar los estudios de prefactibilidad para el desarrollo de actividad minera en los valles donde tienen pertenencias y este año ya logró materializar las primeras iniciativas estratégicas.

Un “muy buen año” donde han observado los “primeros indicios del proceso transformacional” que se gatilló con los cambios en el gobierno corporativo y el diseño de una nueva estrategia de crecimiento sostenible. Con esta premisa, CAP se alista a cerrar 2021 esperando terminar con un presupuesto cercano a US$ 400 millones, e iniciar 2022 con un gran compromiso de inversiones al igual que el impulsado este año.

Julio Bertrand, gerente general del grupo minero-siderúrgico, adelanta que el próximo año esperan tener un presupuesto de inversiones incluso mayor dado sus compromisos, tanto de estabilización de sus operaciones en proyectos que permitirán mitigar los efectos medioambientales como también por actividades de crecimiento.

Si bien aún no tienen el número exacto de dicha inversión por encontrarse en un proceso de definición presupuestaria, el ejecutivo anticipa: “En 2022 tendremos un presupuesto de inversiones mayor que 2021, y superior a lo observado en los últimos 10 años”. Señala que esto dice relación con “la intención de implementar esta nueva estrategia que implica varios matices en términos de crecimiento, tanto en la actividad minera como, incluso, en la actividad siderúrgica, y de sostenibilidad y estabilidad operacional”

“Teníamos claro que ya hacia 2022-2023, emparejada la cancha, íbamos a instaurar una estrategia de crecimiento bastante más agresiva”, dice Bertrand.

El presupuesto 2022 asigna inversiones a la actividad minera en cuanto a estabilizar y optimizar la operación. Por esto, seguirán realizando estudios de prefactibilidad que comenzaron este año y que ya están avanzados en los diferentes valles donde tienen emplazadas sus pertenencias mineras para ver cómo a futuro pueden hacer uso de esos recursos. Los cálculos apuntan a que, de ser factible, entre 2023 y 2025 partirían con el desarrollo y podrían tener uno de estos primeros proyectos en 2027 y los más grandes hacia 2030.

Pero también, dice, “hay un proyecto que tenemos diseñado y ad portas de aprobarlo, donde invertiríamos un monto bastante sustantivo en Huachipato y nos permitiría ser líderes en el aprovisionamiento de bolas de molienda para la industria minera, no sólo en Chile sino también en Perú”.

Los “primeros indicios” del avance de este plan es la materialización de las primeras iniciativas estratégicas en línea con la expectativa de la firma de buscar dar inicio a esas acciones durante este año.

Primero, en cuanto al uso de energía renovable tiene avanzado un plan para adquirir un proyecto fotovoltaico en etapa de preparación y que tendría aproximadamente el doble de la potencia con la que contaron al promover el desarrollo de Amanecer Solar (100 MW) sobre el cual tienen un contrato de abastecimiento de energía solar.

En segundo término, cerraron una alianza con empresas alemanas y expertos en siderúrgica para hacer un prototipo de hidrógeno de entre 10 y 15 MW. “Nos va a permitir comprobar el desplazamiento del uso de carbón en nuestro proceso siderúrgico, reemplazándolo por hidrógeno y en el futuro ver si escalamos ese proyecto a algo por sobre los 100 MW de planta de hidrógeno que nos permita hacer acero verde”, detalla. El prototipo está listo desde el punto de vista de estudio, evaluación económica, factibilidad y calce estratégico, y actualmente se encuentra en fase de ingeniería conceptual.

A esto se suma que han aprobado la descarbonización de su planta de pellets, pasando del carbón al gas. Y también están evaluando extender su modelo de negocio a otro destino: Norteamérica. “Hemos estado viendo proyectos de hierro. Estamos hablando de proyectos en una etapa muy temprana de desarrollo, en conversaciones para generar esta conexión de no solamente llevar conocimiento sino que además hacernos de conocimiento, sobre todo en la parte de cómo hacer minería sostenible”, asegura.

Estudio de plantas de agua

– ¿Hay planes de hacer otras plantas desaladas?

– Refinanciamos Aguas CAP, estamos tratando de extender su servicio a terceros y estudiando el desarrollo de plantas de agua en todos los demás valles donde tenemos operaciones, como Huasco y Elqui. La forma de hacerlo es con socios locales que ojalá sean inversionistas en plantas de agua desalada, pero además clientes de éstas. El modelo de negocio que vemos es de valor compartido.

– ¿Y cuándo debiesen tomar una definición en cuanto a inversión?

– El próximo año vamos a seguir con todas estas iniciativas. Algunas con mucho más ahínco que otras. El estudio de prefactibilidad en la actividad minera en los diferentes valles es mucho más agresivo porque el recurso minero está ahí y estamos estudiando cómo extraerlo (…) Sobre el agua, tenemos preacuerdos, pero no para hacer nuevas plantas. Para proveerles el servicio de agua desalada tenemos muchos preacuerdos. Hemos sido altamente demandados por actores del sector minero, agropecuario y las comunidades para que les entreguemos agua. Estamos preocupados de avanzar, pero no tan apurados porque los requerimientos de esta agua desalada para estos nuevos proyectos, que es lo que estamos haciendo en prefactibilidad, no son para 2022 ni 2023. La actividad minera es de más largo plazo.

-¿Cuáles son las metas para estimar que 2022 será un buen año?

– Lo vemos como un año de continuar en la estabilización de operación. Queremos invertir en mostrar que en esta optimización de la operación hay mayor sostenibilidad, así que seguiremos empujando el tema del agua, el prototipo de hidrógeno, la energía renovable, etc. Creemos que vamos a lograr niveles récord de producción en la actividad minera, siderúrgica y en el procesamiento de acero. Vamos a tener los costos más eficientes por todas estas inversiones que hemos ido haciendo en estabilidad y en una situación de mercado normalizado será un año de buenos resultados.

– ¿Cómo están viendo los precios?

– Ha sido un año extraordinario en cuanto a precios, sobre todo en el primer semestre. Después, el precio del hierro ha declinado y estabilizado en niveles más normales. Para el próximo año vemos precios totalmente normalizados que deberían estar como los promedios de la prepandemia.