“Controles de la era de la Guerra Fría han frenado la exploración”, indica artículo de The Northern Miner, que, al mismo tiempo, aborda el plan de firma ligada a australiana Lithium Power International en el país.
Una referencia para la industria es la publicación canadiese The Northern Miner. Y en ella se califica a la industria del litio chilena de estar en un «pantano» y desliza la posibilidad de que el país «pierda el tren» en la explotación y desarrollo de ese mineral.
El extenso artículo, titulado «Futuras mineras de litio miran a al Salar de Maricunga de Chile», destaca el caso de Minera Salar Blanco, ligada a la australiana Lithium Power International, que, aliada con chilenos, pretende explotar el mineral en ese salar en lo que sería «el primer nuevo proyecto de litio de Chile en décadas».
La publicación añade que aunque Chile es el «hogar de las reservas de litio más grandes del mundo» y que «las exportaciones chilenas del mineral se han disparado en los últimos años a medida que los productores Albemarle y SQM se han apresurado a expandir la capacidad para satisfacer la demanda candente de la industria de vehículos eléctricos», «muchos temen que Chile pueda estar perdiendo el tren».
De hecho, ese tren ya partió: Chile perdió el liderazgo mundial ante Australia como el principal exportador mundial de litio a Australia y pronto podría ser superado por la vecina Argentina, alerta The Northern Miner. En el vecino país, alerta el medio canadiense, «las multinacionales, incluidas Rio Tinto, Posco Corp. y Zijin Mining Group, están preparadas para invertir miles de millones de dólares durante la próxima década. Con seis proyectos ya en construcción, la producción podría superar las 300.000 toneladas anuales para 2028, frente a las 28.000 toneladas de 2021, según el banco de inversión estadounidense JP Morgan».
En ese marco, precisan que «en contraste, según la Comisión Chilena del Cobre, una agencia gubernamental, la producción en Chile se estancará en menos de 240.000 toneladas a mediados de la década».
Esto se debe, alerta el medio canadiense, a «las estrictas restricciones a la producción del mineral». Y es que «tanto Albemarle como SQM operan a partir de concesiones estatales sobre el Salar de Atacama, que alberga las reservas de litio más ricas del mundo, pero están sujetas a cuotas de producción y regalías de producción de hasta un 40%».
Aunque Chile tiene otros salares, «ninguna tan grande y rica como Atacama», puntualiza el medio canadiense, «los controles de la era de la Guerra Fría que reservan la producción de litio para el Estado han frenado la exploración. Hasta el momento, el gobierno no ha otorgado contratos a empresas privadas que les permitan producir litio», denuncia.
Detallan que «la situación se complica aún más por los crecientes reclamos de las comunidades y el gobierno por el oro blanco del país. Cuando el Gobierno otorgó contratos para producir litio a dos empresas privadas, el fabricante chino de vehículos eléctricos BYD y el Grupo Errazuriz de Chile, la licitación fue bloqueada en los tribunales por las comunidades indígenas que afirmaron que no se les consultó adecuadamente».
Además, indican que «mientras tanto, el nuevo presidente Gabriel Boric, quien asumió el cargo el año pasado, prometió crear una compañía nacional de litio para impulsar la producción, fortalecer el control gubernamental de la industria y desarrollar industrias posteriores, como la fabricación de componentes de baterías.
Hasta el momento, el Gobierno no ha revelado qué forma tomará la entidad, aparte de que los inversionistas privados podrán participar. Los detalles deberían llegar con el lanzamiento de su política de litio, que podría ocurrir en marzo, dijo el mes pasado el ministro interino de Minería, Willy Kracht».
La estrategia de Lithium Power International
«Pero ahora, Lithium Power International (LPI), que cotiza en Australia, cree que puede ver un camino a través del pantano», destaca The Northern Miner. «A partir de concesiones de minerales en el Salar de Maricunga, el tercero más grande de Chile, que son anteriores al decreto de 1979, la compañía está avanzando en su proyecto Blanco que produciría alrededor de 20.000 toneladas anuales de carbonato de litio durante 15 años».
El proyecto, resalta el medio canadiense, «ya cuenta con una licencia ambiental (confirmada por los ministros a principios del año pasado), la aprobación necesaria de la Comisión de Energía Nuclear de Chile para extraer y vender litio y el consentimiento de las comunidades indígenas que viven en las cercanías».
Agregan que «luego de comprar a sus socios chilenos y canadienses en la empresa, LPI ahora está en conversaciones con los bancos sobre el financiamiento con el objetivo de comenzar la construcción a fines de año. Podría estar en producción a mediados de 2026».
El proyecto “ayudará a Chile a mantener una posición sólida en la industria a nivel mundial”, dijo el director ejecutivo, Cristóbal García-Huidobro, de Minera Salar Blanco, a The Northern Miner, donde añaden que «a diferencia de otros intentos privados, la empresa cuenta con el respaldo de las comunidades indígenas locales y el gobierno regional de Atacama, dice la empresa al medio canadiense».
García-Huidobro subrayó que esperan «seguir avanzando y trabajando muy de cerca con el Estado de Chile, ya sea a través de Codelco, Enami o el vehículo que se defina”.
Fuente/Diario Financiero Chile Minería www.chilemineria.cl www.facebook.com/chilemineria.cl/ twitter.com/CHILEMINERIA www.instagram.com/chilemineria #chileminería, #minería, #energía,#cobre,#centrocesco, #negocios,#aprimin