Home » Asuntos Corporativos, Noticia Destacada, Noticia País » Antofagasta Minerals: «Zaldívar permite proyectarnos hacia el futuro»

AMSA-IVAN-15

El presidente ejecutivo de la minera del grupo Luksic, Iván Arriagada, aterriza los efectos positivos que tiene para la compañía la compra del 50% de la mina a la canadiense Barrick. También crítica la violencia de los contratistas en el conflicto con Codelco y pide al gobierno firmeza para no permitir las huelgas fuera de la ley.

.

.

.

Metas significativas quiere cumplir Antofagasta Minerals. La minera del grupo Luksic aspira llegar al millón de toneladas de cobre fino al año -proyecta 665 mil toneladas de cobre fino para 2015-, pero para eso debe despejar distintos frentes de conflicto y en especial en Los Pelambres, su mayor yacimiento, ubicado en la IV Región.

Pero no todo ha sido negativo este año. La compañía anunció el jueves un acuerdo con la canadiense Barrick para adquirir el 50% de la única mina de cobre que opera en Chile. Se trata de Zaldívar, yacimiento ubicado en la precordillera de la ciudad de Antofagasta y que en 2014 produjo 100 mil toneladas de cobre fino. La operación asciende a US$ 1.005 millones y se cerrará a fines de este año. “Zaldívar permite proyectarnos hacia el futuro”, afirma el presidente ejecutivo de Antofagasta Minerals, Iván Arriagada, en su primera entrevista en el cargo.

A su arribo a Santiago, luego de más de 10 horas de viaje (estaba cerrando el acuerdo con su nueva socia en Toronto), precisa que la ambiciosa meta productiva del grupo es “aspiracional”, es decir, no tiene fecha definida y sólo se concretará  una vez que la firma logre desarrollar “todos los proyectos que están en carpeta”.

No es el único desafío que impulsa Arriagada. Hace dos meses que trabajan en el programa de Competitividad y Costos, que agrupa cinco frentes de acción y tiene como meta situar el costo bajo US$ 1,40 la libra hacia 2017. “La baja que nos proponemos es significativa”, asegura el ejecutivo.

Este año, la firma proyectó un alza en sus costos por el ajuste productivo que hicieron en abril, situando este valor en US$ 1,47 la libra.

La coyuntura también preocupa a quien fue vicepresidente de Finanzas de Codelco, hasta 2014. Arriagada dice que no corresponde que una empresa mandante actúe como  “garante” en un conflicto laboral entre las empresas contratistas y sus trabajadores. Critica la violencia del conflicto que enfrenta su ex empleador y advierte que el caso “exacerba” la discusión en torno a  la reforma laboral (ver recuadro) que impulsa el gobierno.

¿Qué potencial vieron en Zaldívar?

Es un yacimiento que está operando. Eso es importante, tomando en cuenta que construir un proyecto minero toma tiempo y se requieren inversiones importantes, pero uno no ve el flujo de caja hasta que esa inversión se concreta. Además, el yacimiento tiene costos competitivos y una vida remanente de casi 15 años. Según nuestros cálculos, estimamos que en este período la producción estará entre 100 mil y 140 mil toneladas de cobre por año. Representa un activo y una operación muy atractiva y permite proyectarnos hacia el futuro.

Con la compra avanzan en la meta de producir un millón de toneladas, pero ¿cuándo la cumplirán?

Esta es una meta aspiracional del grupo. Refleja la voluntad de crecimiento  y supone que se desarrollen todos los proyectos que están en carpeta, incluido Twin Metals, en Estados Unidos. Pero para realizarlos hay que ver las condiciones de mercado que se presenten y si cumplen con las rentabilidades que el grupo requiere. También es necesario tener los permisos ambientales. No hay un plazo definido, porque lograr ese millón tiene que hacerse cumpliendo con la rentabilidad y eficiencia que el grupo impone.

¿Usarán los recursos de la venta de Aguas de Antofagasta para financiar parte de esta compra?

Una de las cosas que nos han caracterizado y que ha sido muy positiva es enfrentar esta parte del ciclo de precios más bajos con un balance financiero robusto, es decir, sin endeudamiento neto. El grupo tiene la flexibilidad de contar con los recursos para financiar esto, ya sea con endeudamiento o disponiendo de la caja por la venta de Aguas Antofagasta. Puede ser una mezcla de ambos, pero aún no se decide.

¿Hay un cambio en la política de la compañía, en el sentido de buscar rentabilidades en el corto plazo?

Los costos de capital de una inversión nueva son mayores. Después del boom de las materias primas, los costos de los proyectos aumentaron y aún no vemos un ajuste que sea equivalente a la caída que ha habido en los precios y, en algunos casos, todavía el costo por tonelada para construir una operación nueva es más alto que adquirir una operación andando. Por eso, hay que ser flexible y mirar las oportunidades. Zaldívar tiene la ventaja que representa flujo de caja inmediato. Pero no obedece a un cambio de política, sino a tener un portafolio balanceado y a aprovechar las oportunidades que se puedan presentar. En este caso, hubo una oportunidad concreta y hemos tomado la decisión de adoptarla.

En esa perspectiva, ¿los activos que Anglo American está vendiendo en Chile son atractivos para el grupo?

Estamos mirando las opciones que puedan darse. En este caso, las evaluamos y privilegiamos las que nos parecen más atractivas. Las de Anglo American son distintas a Zaldívar: son de otra escala y son diferentes en términos de la vida remanente que tiene el recurso minero. Entre las alternativas que miramos nos pareció más atractivo Zaldívar.

Viabilidad de Pelambres

¿Zaldívar viene a salvar los problemas que enfrentan y el retraso de la puesta en marcha de Antucoya?

Este año la expectativa es que no vamos a registrar o atribuirnos producción. En Antucoya, como todo proyecto de esta envergadura, ha tenido  cierta variabilidad. Se esperaba terminar con el comisionamiento en junio, pero se extendió a octubre o septiembre. Esa variabilidad es relativamente menor. No estaba programado inicialmente. Quizás, en eso fuimos un poco agresivos en nuestra proyección inicial. Para este año esperamos un aporte del orden de 10 mil toneladas de cobre del proyecto y el próximo producir de acuerdo al programa.

¿El fantasma de cierre de Pelambres está descartado? 

Eso tiene que ver con los juicios que están en curso respecto del tranque El Mauro. Ellos no están resueltos y hasta que no se resuelvan, no se puede eliminar el riesgo de que eventualmente Pelambres tenga que cesar su operación, porque no tenemos espacio donde dejar los relaves. Estamos poniendo nuestro esfuerzo para que esos juicios se resuelvan de manera favorable. Pero esa incertidumbre es una de las razones por las cuales hemos resuelto no avanzar en nuestro proyecto de expansión en Pelambres. Lo haremos solamente cuando esos aspectos judiciales estén resueltos.

¿El escenario de crisis que vive Pelambres cómo influye en el conflicto que tienen con Glencore?

Esta situación es lamentable, porque aquí lo que ha ocurrido es que se depositó un botadero en una zona que estaba perfectamente autorizada en su momento por todos los organismos competentes y hubo un cambio en la señalización del límite del área que sólo fue evidente en 2012. La mejor solución técnica es hacer un cierre medioambiental y eso planteamos, pero estamos a la espera de la conformación de la mesa bilateral. Nos parece que acá lo que se está persiguiendo es algún interés económico, es decir, algún tipo de compensación de parte de Glencore y eso no nos parece que sea aceptable.

¿Ven una presión adicional de que, justo con esta contingencia, Glencore reactive El Pachón?

Ellos tienen que hablar de su proyecto, pero El Pachón está hace muchos años dentro de su portafolio. Desde nuestro punto de vista, sorprende un poco, dado que se trata de un proyecto que lleva muchos años en carpeta y que ahora esté reactivándose.

¿Se podrán solucionar todas las aristas que existen en Pelambres?

Pelambres es un recurso minero extraordinario. El potencial geológico y el contenido de cobre es extraordinario. Ahora tenemos los desafíos desde el punto de vista de la comunidad, del tranque El Mauro y con Glencore, pero soy optimista, porque creo que con el tiempo debemos ir resolviendo cada uno de estos problemas con el objetivo de permitir el desarrollo de Pelambres. La compra de Zaldívar y juntando Centinela y Antucoya es casi un Pelambres…

Efectivamente, en tonelaje es equivalente y eso nos mueve a impulsar el distrito Centinela, que es donde vemos un potencial importante. Pero eso no significa que no queramos seguir creciendo en Pelambres. Si se dan las condiciones lo haremos, pero también habla de cómo Antofagasta Minerals está creciendo y puede seguir consolidándose.

Reducción de costos

¿En qué consiste el plan de reducción de costos que están implementando en la compañía? 

Hace dos meses lanzamos un proyecto que hemos llamado de Competitividad y Costos, que incorpora muchas de las actividades que ya se estaban haciendo, pero que ahora le hemos dado un sentido de largo plazo y más estructural. El foco está en mejorar la productividad de los servicios, en tener una mayor gestión del mantenimiento de las operaciones, estableciendo un modelo más predictivo; en tener mayor efectividad organizacional  y eficiencia energética.

¿Cuál es el nivel de ahorro que quieren lograr con esto?

Tenemos una meta por operación. Lo que queremos es que Pelambres sea una operación que esté en el primer cuartil de costos, hoy está en el límite de ese cuartil, y que Centinela  esté en el segundo cuartil, porque la operación también está en el límite del segundo. Esto se traduce en bajar el costo caja (C1) que en moneda de hoy significa tener un costo bajo US$ 1,40 la libra y la idea es llegar a ese objetivo de acá a fines de 2017. La baja que nos proponemos es significativa.

Fuente:La Tercera 
www.chilemineria.cl
GARRA