En este mes, en tanto, la cifra es de más de 80% superior a la registrada en la misma fecha de 2022, y sobre 700% respecto de 2021, lo que se explica por la gran cantidad de proyectos y falta de infraestructura eléctrica.
Una preocupante tendencia es la que se está consolidando en el sector eléctrico nacional, producto de la impresionante cifra de vertimiento de energía renovable, que no está pudiendo ser inyectada en el Sistema Eléctrico Nacional (SEN). Según las cifras pesquisadas por la consultora Spec, al cierre de 2022, el recorte total de energía eólica y solar del Sistema Eléctrico Nacional fue de 1.471 GWh, es decir, el triple respecto de los valores (453 GWh) reportados en 2021. El director de la entidad, Carlos Suazo, explica que esto se da no solo por la gran cantidad de proyectos de energía renovable, sino también por bajos niveles de flexibilidad del sistema, una limitada capacidad de transmisión, y criterios de seguridad operativa, entre otros.
“Un dato curioso se dio en el mes de octubre de 2022, donde en algunas horas la energía disponible proveniente de fuentes renovables superó la demanda de energía eléctrica del sistema. Eso quiere decir que contamos con energía suficiente para abastecer la demanda en un 100% con energía renovable; cosa que no ocurrió por las razones antes señaladas”, lamenta Suazo Todo parece indicar que este año las cifras seguirán creciendo con fuerza, con niveles nunca vistos, ya que al 25 de enero de este año llevamos cerca de 140 GWh de energía recortada, es decir, más de un 80% por sobre lo registrado a la misma fecha en 2022 y sobre 700% respecto a 2021.
Lo preocupante del fenómeno es que de no adoptarse las medidas adecuadas, los expertos están preocupados porque exista una afectación en otros proyectos que no puedan seguir cumpliendo sus obligaciones en el mercado de corto plazo.
“En principio vemos que de registrarse el nivel de desacoples observados durante la temporada de invierno anterior, la situación financiera-comercial de empresas con bajo nivel de diversificación para atender sus contratos podría agravarse por los mismos efectos que vimos hacia fines de 2022. Está por verse aún si, producto de la entrada de nueva generación solar, el nivel de precio cero se convierta en un fenómeno estructural de nuestra red a nivel sistémico, condición que contraintuitivamente podría alivianar la situación financiera-comercial de empresas monoproyectos con contratos que involucran retiros en todo el país”, confirma Suazo.
El gerente general de la consultora Valgesta, Ramón Galaz, puntualiza que aquellas empresas que invirtieron esperando inyectar toda la capacidad disponible de sus plantas, finalmente no lo pueden hacer en muchos casos, con el consecuente efecto financiero, ya que no logran recaudar los recursos que permitan cumplir los compromisos, impactando en la caja de estas compañías.
“Si se mantiene este problema financiero en el tiempo, se transforma en un problema económico y estructural, generando una señal negativa al mercado que ve mayores riesgos de invertir. Producto de los desacoples y vertimientos en el sistema, los generadores se exponen a limitaciones en sus inyecciones y a costos marginales cero, lo que implica una reducción importante en sus ingresos por generación”, señala Galaz.
En esa línea, también existe un efecto para aquellas empresas de generación que poseen contratos de venta de energía con clientes libres o regulados que se exponen a un mayor riesgo por desacople, producto de las diferencias que se generan entre los costos marginales de inyección de energía y los costos marginales de retiro, lo que a su vez ocasiona un desequilibrio en los balances comerciales en el corto plazo y un desincentivo a la inversión en el largo plazo.
Respecto a los efectos de este fenómeno a nivel de cliente final, los vertimientos no generan ninguna consecuencia monetaria en el corto plazo, explica Galaz. Sin embargo, en el largo plazo, los generadores podrían internalizar el mayor riesgo comercial en sus contratos, lo que podría significar un aumento en el precio de los contratos suscritos en el marco de las licitaciones de suministro.
Medidas
Los vertimientos vistos en 2022, y que equivalen a una pérdida de energía que podría suministrar a más de 600 mil hogares, no tienen una fácil solución, y a largo plazo las esperanzas están puestas en el proyecto de transmisión, Kimal-Lo Aguirre, que permitirá descongestionar.
El director de Spec, Carlos Suazo, destaca, además, que en el horario diurno y ante escenarios de baja demanda, como en días de fines de semana y festivos, hay tal nivel de energía renovable que obliga a recortar su generación a lo largo de todo Chile. “Esto nos lleva a pensar que la solución pasa por contar con un sistema más holgado en transmisión (introducción de automatismos, junto con el monitoreo dinámico y más red), aunque esa solo es una parte de la ecuación: la otra está en desplegar sistemas de almacenamiento”, sugiere.
En el largo plazo, indica el experto, se considera el aporte de la demanda, el rol del despliegue del hidrógeno verde, entre otros mecanismos con los que cuenta la industria. Galaz explica que “la mayoría de las medidas que permiten reducir el vertimiento de energía en el sistema requieren de la incorporación de nueva infraestructura, como automatismos en la operación, sistemas de almacenamiento, aumento de capacidad en las líneas existentes o nuevas líneas de transmisión, para aumentar la capacidad de transmisión o gestionar de mejor forma la oferta de energía durante el día”.
Fuente/El Mercurio Chile Minería www.chilemineria.cl www.facebook.com/chilemineria.cl/ twitter.com/CHILEMINERIA www.instagram.com/chilemineria #chileminería, #minería, #energía,#cobre,#centrocesco, #negocios,#aprimin