La salida y postergación de iniciativas, y la poca entrada de nuevas obras, impactaron fuertemente el indicador. En el caso del litio, solo aparecen 3 proyectos en desarrollo.
Una nueva edición del catastro anual de proyectos mineros presentó Cochilco, documento en el que se detecta una
importante caída en la cartera de iniciativas en el país, llegando a US$ 65.712 millones. Se trata de un descenso de 11% en desembolsos respecto del ejercicio anterior, pero además, es la peor cifra desde 2017, cuando la cartera alcanzó US$ 64.856 millones.
El listado considera 49 proyectos previstos para los próximos diez años, con inversiones superiores a US$ 70 millones, abarcando la minería de oro, hierro, litio y otros minerales industriales. El descenso se explica principalmente por la salida de 10 iniciativas que representaban unos US$ 20 mil millones en inversión, y el ingreso de solo 6 iniciativas, por US$ 6.300 millones, a los que se suma el ajuste de inversiones conocidas por otros US$ 6.000 millones.
Dentro de las obras que salen se encuentra Quebrada Blanca 2, ya en operación, pero se descartan otros como el proyecto Concentradora del Abra, valorizado en US$ 5.000 millones, que se encuentra postergado en su pipeline por decisión estratégica de la empresa, o el proyecto Nueva Unión, con un valor de US$ 7. 200 millones, catalogado como posible a materializarse posterior al año 2033, o la expansión de Sierra Gorda, por US$ 2.000 millones, donde la compañía notifica el desarrollo de otros proyectos de menor escala.
Royalty y debate constitucional
Consultados respecto al impacto que pudieron tener en las decisiones de las empresas hitos como la discusión constitucional o el nuevo royalty minero, desde Cochilco descartan algún efecto significativo.
“Hay que considerar que la minería es un negocio de largo plazo, más de 10 años, y las empresas saben que en períodos de esta naturaleza los países van cambiando, van surgiendo nuevas iniciativas que permitan satisfacer las crecientes necesidades de la población. Existe el convencimiento de que Chile es un país estable económica y políticamente. Un ejemplo de ello son los nuevos proyectos Vizcachitas de Andes Copper y Santo Domingo”, explica el vicepresidente ejecutivo de Cochilco, Joaquín Morales.
En ese sentido, el líder de la entidad pública destaca que las definiciones y menores incertezas que se ven en el país se reflejan en la reciente decisión de Antofagasta Minerals de avanzar en la expansión de Nueva Centinela por US$ 4.400 millones.
Tipos de proyectos
En cuanto a la naturaleza de las iniciativas en carpeta, tal como ha sido la tendencia de los últimos años, predominan los brownfield, aquellos que vienen a expandir yacimientos en operación o a reponer producción.
El listado lo componen 33 proyectos brownfield por US$ 52 mil millones, y se trata de una tendencia debido al agotamiento de recursos oxidados de cobre, los cuales generalmente se ubican más cerca de la superficie y son los primeros en ser explotados.
Por el contrario, los proyectos greenfield, que habilitan nuevos yacimientos y minas, comprenden un total de 16 proyectos, con una inversión de US$ 13.891 millones.
En esa línea, Morales destaca que en la cartera de inversiones se consideran proyectos greenfield como Vizcachitas, con una inversión estimada de US$ 2.400 millones; el proyecto Santo Domingo con una Resolución de Calificación Ambiental (RCA) aprobada y un costo de US$ 2.000 millones, y el proyecto de oro Salares Norte de GoldFields, que inició operaciones este año, con una inversión de US$ 1.000 millones. Cerca de unos US$ 13.500 millones corresponden a inversión greenfield.
Impacto productivo
En el listado existen proyectos de reposición que, en lugar de aumentar la producción a nivel nacional, tienen como objetivo mantenerla o mitigar su disminución, ocasionada por el declive natural de las leyes del mineral o por variaciones en la mineralización de los depósitos que se explotan.
Así, en el catastro se proyecta que, entre 2023 y 2032, el incremento nominal total a la producción anual de cobre fino en el país será de aproximadamente 1,8 millones de toneladas de cobre. De esta cifra, los 12 proyectos de expansión aportarán 1,2 millones de toneladas a la capacidad productiva, mientras que los 7 proyectos nuevos añadirán un extra de 537 mil toneladas por año. Asimismo, 16 de los 19 proyectos contemplados se centran en la producción de concentrados de cobre.
Baja aparición del litio
En la carrera mundial que existe para desarrollar la industria del litio, durante los últimos años Chile ha ido
perdiendo sostenidamente participación, lo que se ve reflejado en el catastro, donde solo aparecen 3 iniciativas.
Se trata de la planta Carmen (2024), el proyecto Blanco (2025) y Producción de Sales de Maricunga (2026), por lo que desde Cochilco sostienen que “se espera que la cartera de proyectos de inversión aumente a partir del año 2024, con la entrega de nuevos CEOL por parte del Ministerio de Minería”.
Fuente/Mercurio Chile Minería www.chilemineria.cl www.facebook.com/chilemineria.cl/ twitter.com/CHILEMINERIA www.instagram.com/chilemineria #chileminería, #minería, #energía,#cobre,#centrocesco, #negocios,#aprimin