Había dejado la compañía hace un mes y medio:
A los 56 años, deja el legado de la mayor empresa tecnológica del mundo con una capitalización búrsatil de más de US$ 350 mil millones.
Steve Jobs, cofundador de Apple y antiguo director ejecutivo de la compañía, falleció ayer tras una larga lucha contra el cáncer. A los 56 años, deja el legado de la mayor empresa tecnológica del mundo con una capitalización búrsatil de US$ 350.672 millones y la firma tecnológica más rentable del mundo, superando a IBM y Microsoft.
“La brillantez, pasión y energía de Steve fueron la fuente de innumerables innovaciones que enriquecieron y mejoraron nuestras vidas. El mundo es inmensurablemente mejor debido a Steve”, fue el inmediato comunicado de la junta de directores de Apple tras su muerte.
Jobs comenzó a cimentar la empresa en 1976 junto a su amigo de secundaria Steven Wozniak, construyendo el primer Apple I de madera y con una placa de circuitos, y lanzándolo en el “Club de Computadores hechos en casa” en Palo Alto, California. Más tarde, en 1984 Apple lanzaría el computador personal Macintosh, pero un año después sería despedido de la empresa que creó tras discrepancias con la plana gerencial de la firma.
Pero Jobs volvió el 97, cuando la empresa estaba a 90 días de quebrar, con pérdidas de más de US$ 1.800 millones. Él tomó las riendas y despidió a todos los miembros de la empresa Next, levantando el imperio y lanzando el iMac en 1998 y el primer iPod en 2011.
Esta semana la empresa lanzó su nuevo producto, el iPhone 4S, pero el mercado reaccionó negativamente provocando la caída de sus acciones.
Durante más de tres décadas Jobs logró participaciones que valían US$ 6.700 millones a principios de septiembre. Su participación de 7,4% en Disney estaba valorada en US$ 4.400 millones, y sus 5,5 millones de acciones en Apple están valoradas en alrededor de US$ 2.100 millones.
SU LARGA LUCHA CONTRA EL CÁNCER
Jobs llevaba años batallando con su salud luego de que en octubre de 2003 se le diagnosticara cáncer de páncreas. Aunque fue exitosamente operado en 2004, debió recibir un trasplante de hígado en junio de 2009. Ese mismo año, en septiembre, volvió a la compañía hasta que en enero de 2001 tomó su tercera licencia médica.
Pero la enfermedad no lo dejó y en agosto de 2011 anunció su renuncia como CEO, dejando a Tim Cook al mando de Apple.
“Creo que los días más brillantes e innovadores de Apple están adelante”, escribió en una carta dirigida al directorio el día que confirmó su retiro.
Jueves 6 de octubre de 2011 | 05:00
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