El titular de la cartera, Pablo Badenier, dice que el gravamen tiene por objetivo que las empresas busquen tecnologías menos contaminantes, y las generadoras, por ejemplo, puedan pasar del carbón al GNL.
Polémica causó en la industria eléctrica la inclusión de los «impuestos verdes» en la reforma tributaria que gravará las emisiones de las industrias contaminantes. Pese a las diferencias, el ministro del Medio Ambiente, Pablo Badenier (DC), reconoce una coincidencia con los privados: Chile es pionero en este mecanismo dentro de América Latina lo que, dice, construirá prestigio… los empresarios opinan que convertirá al país en menos competitivo que los vecinos.
El secretario de Estado recalca que este instrumento es utilizado en los países de la OCDE, en los que esta fórmula representa del orden del 7% de sus ingresos fiscales. En el caso de la propuesta de Bachelet, cuando esté en régimen, el impuesto a emisiones fijas recaudará 0,07% del PIB.
Cifras que no convencen a los privados, que se quejan de que ya Chile cuenta con la electricidad más cara de América Latina y, con impuestos adicionales a las emisiones producidas por calderas o turbinas de 50 MWt (megavatios térmicos) o más, los precios se irán a las nubes. Por eso, Badenier se reunirá con la Asociación de Generadoras este lunes para explicar la operación de los impuestos.
– Una de las afectadas con el impuesto son las termoeléctricas ¿por qué sumar un nuevo gravamen si estas centrales tienen una norma de emisiones?
Estamos fijando un impuesto del orden de 480 fuentes fijas, donde un subconjunto de estas fuentes fijas son unidades de generación térmicas.
Sabiendo que algunas fuentes tienen normas de emisión importantes y estrictas, lo que nos permitimos es generar un incentivo para el sobrecumplimiento de esa norma, pero las fuentes que están reguladas bajo normas estrictas, obviamente pagarán un impuesto menor porque la tasa impositiva tiene que ver con la cantidad de toneladas de emisión que generan.
– Estas empresas hicieron inversiones millonarias para cumplir la norma de emisiones ¿no es cargarle la mano a una industria?
Te doy el siguiente ejemplo: hay fuentes de generación térmica que, además de cumplir su norma de emisión, están emplazadas en lugares que han sido declarados saturadas por contaminantes y, por tanto, deben generar reducciones por sobre el cumplimiento de la norma.
Acá hay una batería de instrumentos que permite regular las emisiones y disminuirlas, y los impuestos son un incentivo importante para que se generen esas reducciones de emisiones y, en el fondo, aunque estas cumplan con la norma, generan una externalidad negativa de la que los titulares deben hacerse cargo.
– Las generadoras dicen que se producirá una migración a tecnologías menos contaminantes y más caras, como es pasar de carbón a gas, implicando un aumento en la cuenta de la luz.
Pero también se puede pasar a energía hidráulica, que es más barata que generar a carbón o diésel.
– Pero, por ejemplo, ¿con qué agua se puede generar en el norte del país?
Efectivamente hay un incentivo para que utilicen combustibles más limpios, porque si vemos los contaminantes regulados de efecto local, como también los de efecto global, como el CO2 , obviamente las termoeléctricas que funcionan a carbón tienen mayores emisiones que las que funcionan con otro tipo de combustibles, como, por ejemplo, el GNL.
– ¿Como ministerio buscan que se construyan las menos termoeléctricas a carbón posible?
Y que las termoeléctricas a carbón u otro combustible que se desarrollen tengan un nivel de emisiones bajo.
– ¿Puede ser más bajo que la norma establecida?
Sí, de hecho hay algunas termoeléctricas que lo cumplen con holgura y el impuesto es un incentivo mayor para que reduzcan sus emisiones.
– Empresarios dicen que el país perderá competitividad por contribuir a la disminución del CO2 donde Chile tiene una incidencia marginal en el mundo.
Vale la pena hacerlo, acá Chile no pierde competitividad, el país gana en prestigio y en calidad de vida de sus habitantes. Lo que estamos normando son contaminantes que afectan la salud de la población.
– ¿Y no es importante que las cuentas de luz aumenten en más de 20%, como dicen en la industria?
Eso no es así. Con los actuales contratos, todos los clientes regulados no se ven afectados por una eventual alza de tarifas, sólo después de 2019, con nuevos contratos, los clientes regulados verían afectadas sus cuentas, pero en cifras del orden del 0,5%. No compartimos la cifra del alza del 20%, son datos que no corresponden a la realidad.
– ¿Pero para los clientes industriales? ¿No importa que paguen más, considerando que Chile ya tiene el precio más elevado de América Latina?
Son del orden de unos 20 clientes vinculados a la industria minera que, eventualmente, producto del cambio regulatorio, pueden tener un alza en su tarifa. Es un efecto controlado, marginal y bastante acotado.
Por/diariolasegunda/
www.facebook.com/ChiledesarrollosustentableCDS