El proceso de extracción permitió aumentar la producción petrolera estadounidense y disminuir su dependencia de mercados externos, lo que ha causado un desequilibrio en la relación oferta y demanda.
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Para el común de las personas el nombre George P. Mitchell no les dice nada. Sin embargo, hoy su importancia parece ser cada vez más relevante debido a la superproducción en el mercado del petróleo y una menor demanda.
Mitchell fue denominado el padre del fracking (fractura), técnica de extracción hidráulica de gas y petróleo de yacimientos no convencionales, generalmente de formaciones de esquistos (shale), arenas compactas (tight sands) y mantos de carbón (coalbed methane), y cuyos efectos actualmente están influyendo en los movimientos del mercado de la energía.
Axel Christensen, director ejecutivo de Blackrock, sostuvo a «El Mercurio» que la caída de los precios del crudo responde, más alls de una menor demanda, a un elemento más estructural, «que ha sido el espectacular incremento de la producción de Estados Unidos a partir de los cambios tecnológicos».
Según Christensen, «el alto precio del petróleo de años anteriores hizo posible el desarrollo tecnológico de la producción estadounidense» a través del fracking.
Desde junio pasado, el precio del barril de petróleo se ha desplomado cerca de un 50%. Mientras que los principales productores de petróleo son Arabia Saudita, con 9,7 millones de barriles diarios, seguido por Estados Unidos y Rusia.
Aunque se estima que para 2017, la primera potencia del mundo podría llegar a convertirse en el primer productor de crudo a nivel global.
La revolución De acuerdo a un artículo de «The Economist», publicado en agosto de 2013 días después de su muerte, Mitchell estaba convencido de que las inmensas reservas atrapadas en roca de pizarra muy por debajo de la superficie podrían ser liberadas.
«Pasó décadas perfeccionamiento de las técnicas (…) El resultado fue una revolución», indicó el medio económico. Precisamente, en la misma nota The Economist destaca que en 2012, Mitchell dijo que nunca tuvo ninguna duda de que el fracking pudo dar vuelta el mercado energético de América al revés.
Pero incluso él se sorprendió por la rapidez del cambio. «Mitchell no descubrió el gas de esquisto y petróleo, estudios geológicos les habían revelado décadas antes de que empezara.
Ni siquiera inventar fracking, había estado en uso desde la década de 1940.
Pero pocos grandes empresarios inventan algo totalmente nuevo. Su grandeza reside en que estaba convencido de que la tecnología podría desbloquear las inmensas reservas de energía en Dallas y Fort Worth, y no dejaba de lidiar con la roca implacable hasta que finalmente se rindió sus riquezas», concluye ese artículo.
Fuente: Emol.com www.chilemineria.cl