Tres años de caída libre dejaron a la inversión mundial en exploración levemente por sobre los US$ 11.000 millones en 2014, casi la mitad de las cifras récords alcanzadas en 2011 y 2012. Pero esto no termina allí, pues desde SNL Metals & Mining, en Canadá, plantean que este año los montos volverán a caer y Chile no será la excepción.
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Le llueve sobre mojado a la exploración minera mundial. El desempeño récord que alcanzó en 2011 y 2012 parece hoy muy lejano y prácticamente en el olvido. En esos años, la cifra global de inversión subió primero a US$ 18.000 millones y luego a US$ 21.500 millones, valores que hasta ese momento no habían sido nunca vistos por esta industria. Pero la ralentización económica del mundo, empujada con mayor fuerza desde China, hizo que la cifra cayera bruscamente al año siguiente y ese proceso todavía no se detiene.
En 2013, el monto global llegó a US$ 14.426 millones, y al cierre de 2014 se hundió todavía más, al caer a US$ 11.300 millones, es decir, la mitad del peak logrado apenas dos años antes. Lo que es peor, esto seguiría en caída libre durante este ejercicio, y se pondría nuevamente a prueba la barrera psicológica de los US$ 10.000 millones, como ocurrió en 2009 con la crisis subprime, cuando la cifra total fue inferior a ese monto, luego de varios años de un crecimiento sostenido.
“Es difícil determinar la disminución real de 2015, pero creo que pondrá a prueba el nivel de US$ 10.000 millones”, plantea desde Canadá el director de SNL Metals & Mining, Jason Goulden, institución que realiza todos los años el seguimiento de las inversiones en exploración de todo el mundo y que es suceso ra del reconocido Metal Economic Group.
Dice que la crisis actual “es más grave” que la de 2008 y 2009, porque en aquella oportunidad la industria se recuperó de manera mucho más rápida. “La duración de la crisis actual significa que las empresas que exploran han agotado sus reservas de capital, y la debilidad de los mercados financieros ha hecho que sea difícil para ellos conseguir nuevos recursos”, explica.
Reafirma que en 2015 esperan ver una mayor reducción en los gastos de exploración porque continuarán débiles los precios de las materias primas, lo que hará que los mercados de renta variable continúen apretados para las empresas junior, que son las exploradoras por excelencia, mientras que las major aún siguen examinando y revaluando sus inversiones de capital.
Además, lo sucedido este año, en que por primera vez la exploración del tipo mine-site, o sea en los alredores de las minas operativas, dirigida a la reposición de reservas, superó por primera vez desde que se tienen registros al presupuesto en exploración básica (levemente por encima del 30% uno, y el otro algo por debajo), lo que en términos simples demuestra la menor apertura de los exploradores hacia el riesgo, que es más alto en las etapas tempranas de un proyecto minero.
Juniors & majors
Es necesario recordar, respecto de las grandes compañías mineras, que muchas de ellas concretaron millonarias inversiones en los años de auge, y todas ahora atraviesan una etapa de restricción de gastos, a la espera de rentabilizar lo que ya invirtieron, como parte de la tendencia que comenzó a gestarse hace alrededor de dos años, cuando los accionistas de esas empresas comenzaron a exigir mayores ganancias.
“Las grandes empresas han reducido la exploración en los últimos dos años, ya que se han centrado más en los márgenes y la rentabilidad de corto plazo para satisfacer a los accionistas, pero su reducción no ha sido tan marcada como en las empresas junior, que dependen totalmente de los mercados para financiar su exploración”, resume Goulden.
Agrega que para este último grupo “se requerirá una recuperación significativa de los precios de los productos básicos para atraer a los inversionistas de vuelta a las empresas junior”. Pero para este año, la perspectiva es que estos valores, particularmente en el cobre, se mantengan planos, puntualiza.
En Chile, el vicepresidente ejecutivo de la Comisión Chilena del Cobre (Cochilco), Sergio Hernández, refuerza la idea de que la tendencia de los presupuestos exploratorios tiene una fuerte correlación con el precio de los commodities. “Si se observa el historial de presupuestos mundiales y se compara, por ejemplo, con el índice de precios de metales del FMI, vemos que el presupuesto “reacciona” con un año de retraso respecto a la variación de precios. Eso quiere decir que si este año el índice de precios baja más que el del año pasado, entonces recién el próximo año el presupuesto exploratorio bajará aún más. Bajo esta condicionante, lo más probable es que los presupuestos remonten un año después de la mejora de los precios internacionales de los metales”, explica.
Como referencia, el precio del metal rojo cayó a lo largo de 2014 al promediar US$ 3,11 la libra, por debajo de los US$ 3,32 de 2013. Ello implica, según expertos de la industria, que es lógico que ello conlleve una disminución en el interés por buscar más mineral de este tipo.
El papel de Chile
Chile no se ha quedado atrás en el retroceso global de la inversión en exploración. El presupuesto total del país en 2014 fue de US$ 707 millones, es decir, casi US$ 200 millones menos que el año anterior, equivalente a un 22%.
Ese porcentaje de caída es un poco menor que el promedio de todos los países que informan inversiones en exploración, que descendió 24% el año pasado. “El potencial geológico de Chile y su liderazgo como primer productor de cobre han impedido que la exploración total del país caiga tan abruptamente como el total mundial”, describe Goulden.
No obstante, Hernández dice que, siguiendo la tendencia que demuestra el carácter cíclico de la inversión exploratoria -que está en concordancia con la tendencia negativa de los precios de metales-, “es probable que el presupuesto exploratorio chileno baje levemente este año”.
De todos modos, la participación chilena en el ranking mundial de países que atraen inversiones en exploración debiera mantenerse similar a como está. El año pasado, Chile se ubicó en quinto lugar, con un 6,6% del total de los recursos del mundo, antecedido por México en el cuarto puesto, con un porcentaje similar de 6,6%, Estados Unidos en el tercer lugar, con 7,1%, Australia en el segundo, con 11,7%, y Canadá liderando con un 13,9%.
Entre las novedades en la composición Codelco de los primeros lugares en inversión mundial en 2014, destaca China, que por primera vez se ubicó sexta, con 5,5%, superando también por primera vez a Perú, que quedó en el séptimo puesto con 5,2%.
Hace pocos días, Cochilco divulgó su informe “Catastro de empresas exploradoras 2014”, en el que aborda exhaustivamente este negocio en el país. El organismo dice que pese a la caída del año pasado, lo destacable del ejercicio es que, por primera vez en los últimos nueve años, los recursos invertidos en exploración provinieron mayormente de capitales chilenos, superando a Canadá que tradicionalmente es de donde viene la mayor cantidad de inversión.
Según Cochilco, la inversión exploratoria de origen nacional provino sobre todo de las mineras Antofagasta Minerals, con el 27% del presupuesto en Chile, y Codelco, con un 6%. Asimismo, destacaron, aunque a menor escala, SQM y las medianas Pucobre y Minera San Gerónimo. En conjunto la inversión chilena en exploración alcanzó al 38% del total invertido, mientras que el segundo aportante, Canadá, sumó un 24% del total.
Cambios al modelo
Como bien relatan los expertos, la exploración es una pieza clave en la actividad minera, ya que sustenta la producción de un mineral a través del descubrimiento de nuevos recursos y reservas. De ahí la importancia que este ítem tiene para Chile, responsable de un tercio de la producción mundial de cobre y dueño además de un porcentaje similar de las reservas de este metal.
Por eso es que en los últimos años han estado muy presentes algunas críticas de las empresas junior que realizan trabajos en Chile en lo referente a la necesidad de que se impulsen cambios al modelo de concesión de pertenencias mineras. La idea sería que la propiedad rotara de manera más fácil entre las distintas compañías que sí quieren invertir en exploración y no quede en manos de un grupo de empresas más grandes, imitando la legislación de otros países mineros como Perú, en que se estableció el pago de patentes más abultadas por la mantención de estos derechos y se estableció un número acotado de años para su trabajo.
“Un cambio en el modelo de concesiones de Chile para liberar propiedad que no está siendo aprovechada y que pase a manos de nuevos exploradores probablemente tendría un efecto positivo en los gastos de exploración en el país, permitiendo que los exploradores más jóvenes puedan adquirir concesiones para el trabajo greenfield”, concluye Goulden.
Fuente:Que Pasa Minería