El también presidente de la Sonami llega a dirigir la cúpula empresarial en un momento crucial. La renovación del rol de la multigremial, darle mayor representatividad y mejorar los canales de comunicación con el gobierno y el Congreso son tareas que ya fueron delineadas.
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Una breve visita protocolar al ministro de Hacienda, Alberto Arenas, será la primera actividad oficial del flamante nuevo presidente de la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC), Alberto Salas, elegido el jueves último en una votación de consenso que estaba resuelta hace casi dos meses.
El arribo del también titular de la Sonami hasta las oficinas del jefe económico del gobierno, si bien califica como una “costumbre” cuando hay renovación en la dirigencia empresarial, es también signo de los nuevos tiempos que corren para el sector privado. La necesidad de tender y asegurar los puentes con la autoridad y quienes detentan las decisiones, como es también el Congreso, es una tarea que sus pares de la multigremial ya instalaron en la agenda del empresario minero. La oportunidad no es coincidencia: Salas, a diferencia de varios de sus antecesores, cuenta con una relativa buena red de contactos en el Ejecutivo y, en especial, en algunos sectores de la Nueva Mayoría.
El dirigente sabe que el rol de la confederación es por estos días un tema gravitante para sus asociados, en un contexto en que el empresariado está enfrentando un fuerte cuestionamiento ciudadano, político y judicial con motivo de los casos Penta, SQM y Caval.
El tema es tan fuerte en la agenda de los privados que, apenas minutos después de resultar electo como nuevo timonel de la CPC, en su discurso Salas se comprometió a fortalecer a la entidad y sus seis ramas con “responsabilidad, voluntad, dedicación y esfuerzo”.
Sus palabras no fueron gratuitas ni tampoco sólo de buena crianza. Previo a asumir como nuevo presidente, el staff de la CPC le entregó un documento que sería clave en el diseño de su primer discurso como líder de la entidad y también una hoja de ruta para su mandato de dos años.
El texto que recibió Salas es un resumen con los planteamientos que hicieron las seis ramas de la CPC respecto del rol y los desafíos que vienen para la multigremial. Este proceso comenzó el 11 de diciembre pasado, en una reunión del comité ejecutivo en que se decidió pedir la opinión por escrito de cada rama para ambos temas. Esto continuó con reuniones en enero, en las que cada sector expuso su posición.
Ahora, el nuevo presidente y el staff que lo acompañará, en el cual seguirá el actual gerente general, Fernando Alvear, se abocará en las próximas semanas al trabajo de aterrizar las distintas visiones entregadas por las ramas, proceso que implica tomar definiciones incluso estructurales sobre la institución.
“A fines de enero terminamos la primera etapa, que fue recoger la opinión de todos. Luego, recopilamos los puntos no más consensuados, sino los más repetidos en las distintas presentaciones y preparamos un resumen para que el nuevo presidente, en una segunda etapa, vea con su comité ejecutivo si refleja lo que cada uno quiere y decida si profundiza o no en cada uno”, dicen desde la confederación.
El trabajo que sigue es “ordenar los temas e ir priorizando las cosas que hay que hacer y los caminos que hay que seguir para su implementación”, agrega Ricardo Mewes, presidente de la CNC.
La discusión que viene
En el comité ejecutivo resumen en cuatro los grandes temas en los que coinciden las ramas respecto del rol de la CPC y cómo debe actuar frente a los desafíos que vienen.
El primero es reforzar a la entidad para que pueda cumplir un mejor rol coordinador del empresariado. Luego está aumentar la representatividad de la CPC, integrando nuevos sectores productivos y a empresas de menor escala. Como tercer punto, ampliar la presencia regional de la confederación. El cuarto tema se refiere al financiamiento.
Las ramas estiman que está bien lo que se ha hecho, pero que ahora, en un contexto político-económico difícil para los privados, el desafío es cómo se aumenta la coordinación y cómo se puede trabajar en conjunto entre los distintos profesionales de la CPC y los que tiene cada rama.
Lo anterior implica debatir y definir, por ejemplo, si es necesario ampliar el staff actual, integrado por siete profesionales. En la mayoría de las presentaciones este tema se mencionó como fundamental para reforzar la coordinación y mantener mejores canales de comunicación con aquellas instancias donde se concentra el debate y se toman decisiones, como el Ejecutivo y, en especial, el Parlamento. En la CPC la opinión es que la llegada de la multigremial es más bien protocolar y formal en ambas instancias y que no posee la influencia que debiera como sector privado.
El segundo tema se refiere a la representatividad de la CPC, para lo cual hay consenso en la necesidad de incorporar a nuevos gremios. Las posturas entre las ramas, sin embargo, son disímiles y apuntan a dos fórmulas. Una de manera indirecta, mediante el ingreso a través de las ramas existentes de aquellos sectores que no están y que tienen interés por participar. Esto implica buscar y aprovechar sinergias como, por ejemplo, podría darse en un caso Sonami-Consejo Minero.
La otra fórmula es que algunos sectores se puedan incorporar de manera directa como nuevas ramas. Este es el caso, por ejemplo, de las asociaciones de AFP y de aseguradores. Algunas ramas sostienen que ambas entidades deberían agruparse en una asociación y entrar directamente como una nueva rama productiva. Pero hay sectores en la multigremial que opinan que ambas entidades podrían asociarse como un nuevo referente financiero e ingresar a la CPC, por ejemplo, a través de la Abif. También se ha mencionado el ingreso de entidades que representen a empresas de menor tamaño y a las pymes.
¿Se ha mencionado la Bolsa de Comercio como un nuevo gremio asociado? En el comité responden que no, pero reconocen que “vale la pena ver si formar parte de la CPC puede resultar beneficioso. Es un tema que se puede estudiar”.
En la mesa directiva, en todo caso, comentan que se trabajarán las fórmulas por separado y también implementar ambas alternativas, “porque el punto es ver cómo se refuerzan las ramas existentes”.
El tercer tema recurrente es aumentar y hacer más efectiva la presencia regional de la confederación. Se deberá discutir cómo reorganizar una mayor presencia y para eso una fórmula planteada es usar la cobertura regional a nivel nacional que tienen ramas como la Sofofa, la CNC o la Cámara Chilena de la Construcción (CChC). También apalancarse de la presencia sectorial de la Sonami, fuerte en el norte del país, y la SNA, en la zona centro-sur.
En el primer caso, se podrían utilizar las federaciones que cada rama tiene en regiones y que ellas se establezcan como una CPC regional. También está en análisis que donde no haya representación se instale una sede directa.
Como cuarto punto está repensar el financiamiento. La CPC se financia con una cuota que cada rama aporta en partes iguales y que se fija cada año, pero se cobra mensualmente. La entidad tiene un presupuesto anual de entre $ 600 millones y $ 700 millones. Cuando requieren estudios especiales, estos se financian en forma separada.
En manos del presidente
Con las líneas gruesas dadas, será Salas quien deberá diseñar la fórmula que permita concretar los cambios que piden sus bases. En la CPC aseguran que tiene interés y que hay voluntad de las ramas para aprobar los cambios que implican.
Mewes plantea que este es el año de análisis de aquellos temas que se deben mejorar, con el fin de implementar los nuevos conceptos en 2016. “Son plazos razonables”, añade. Pero aunque hay consenso en varios puntos, anticipa mayor discusión en algunos temas, como, por ejemplo, la fórmula en que se incorporará la presencia de otros gremios.
En el entorno de Salas aseguran que el empresario está consciente de que renovar el rol de la CPC y darle un nuevo aire de influencia será prioridad para su gestión. También que los tiempos no corren a favor de los privados y que enfrentar los cuestionamientos a la imagen del empresariado no será menor.
“Tenemos que ser capaces de anticiparnos y avanzar en todas aquellas materias que permitan hacer de Chile un país más justo y transparente”, sostiene el presidente de la SNA, Patricio Crespo.
“Debiera ser capaz de mostrarle al país que la gran mayoría de los empresarios son personas de esfuerzo, de trabajo, serios y que no están metidos en problemas judiciales. En este minuto, hay que separar la paja del trigo”, afirma Gonzalo García, secretario general de CMPC.
Jorge Awad, presidente de la Abif, considera “especialmente relevante” que Salas se enfoque en la relación empresa-sociedad. “La sociedad está requiriendo explicar los aportes de la empresa privada, no sólo en empleo y riqueza, sino también para cohesionar a la sociedad por medio del cumplimiento de las mejores prácticas y en términos de la ética”, sostiene.
“Es importante fomentar las buenas prácticas y promover la iniciativa privada, así como valorar y darle visibilidad al aporte de esos miles de empresarios que trabajan responsablemente y que han sido clave para el desarrollo económico y social de Chile”, añade Jorge Mass, presidente de la CChC.
Con el ojo en la reforma
En la CPC estiman que renovarse es clave para enfrentar las futuras discusiones legislativas y el sello reformador de la agenda de la Presidenta Michelle Bachelet, sobre todo en el área laboral, que persiste pese a la compleja agenda que enfrenta la Mandataria por los casos judiciales antes citados.
Con el proyecto de ley de fortalecimiento de la negociación colectiva y la sindicalización avanzando en el Congreso, en la CPC quieren unificar el mensaje frente a la iniciativa, de la cual son críticos por los costos que, advierten, generarán a la contratación de trabajadores.
El punto, reconoce un titular de rama, es no repetir los errores comunicacionales y de coordinación que se cometieron en la primera etapa de discusión de la reforma tributaria en la Cámara de Diputados, los que se debieron resolver en una compleja negociación política posterior en el Senado.
Así lo explica el ex presidente de la CPC Domingo Arteaga: “El tema laboral es central. Una de las cosas graves que pueden ocurrir es que los errores que se cometan muchas veces no podrán ser corregidos en el futuro, porque se incorporarán a los derechos de cada persona. Este tema es algo muy delicado”.
Pedro Corona, ex timonel de la CNC, agrega que la necesidad de fortalecer el rol de la CPC y reforzar la coordinación no es menor, pues los cambios que se avecinan en materia laboral generan alta incertidumbre en el sector privado. “Mucha gente dice que va a esperar a que salga la reforma laboral para saber si invierte o no”, advierte.
Fuente: La Tercera www.chilemineria.cl