En diez años, ese país ha aumentado en cerca de seis veces su producción de acero líquido. Medidas similares ya habían sido aplicadas en EE.UU y la Unión Europea.
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Finalmente el Gobierno le dio la razón a CAP en su cruzada en contra del acero subsidiado, principalmente de origen chino.
Según un decreto publicado ayer en el Diario Oficial, citado en un comunicado enviado por la empresa minero-siderúrgica, el Gobierno de Chile decidió poner como salvaguardia provisional “una sobretasa arancelaria ad valoren del 37,8% a las importaciones de alambrón de acero”, la que por ahora no podrá exceder de los 200 días.
“Corresponderá al Servicio Nacional de Aduanas adoptar las medidas conducentes a controlar la correcta aplicación de la medida de salvaguardia establecida en el siguiente decreto”, se añade en el documento oficial.
Esto, en respuesta a una presentación hecha por la compañía, que busca demostrar que enfrenta distorsiones de mercado por esta causa.
Para CAP, la respuesta del Gobierno es una medida “muy valorable” y que generará un efecto positivo para la compañía.
“La industria del acero se encuentra enfrentando un escenario complejo, que se expresa principalmente por un fuerte deterioro de sus márgenes, resultado de las distorsiones de precio imperantes en los mercados internacionales. Una de las razones que explica esta situación se origina en la sobrecapacidad instalada a nivel global pero, muy particularmente, en China”, señaló al respecto el gerente general de CAP Acero, Ernesto Escobar.
CAP, al igual que Gerdau Aza, el otro productor de acero que opera en el país, han venido reclamando la existencia de competencia desleal por parte de acerías chinas, debido a la urgencia de este país por colocar sus excedentes de producción en otros mercados. Este fenómeno no es exclusivo de Chile, afecta a toda América Latina, Europa y otros mercados. Antes, países como EE.UU e incluso la Unión Europea pusieron barreras arancelarias similares a las que ahora decidió Chile, debido a que se llegó a la certeza que habría dumping de la industria siderúrgica de China.
Según el comunicado de CAP, fueron precisamente “estas distorsiones existentes en mercado del acero y el consecuente incremento de las importaciones” las que forzaron a CAP Acero, empresa filial del Grupo CAP, “a detener su línea de producción de planos y detener la operación de uno de sus altos hornos en junio 2013, obligándola a entrar en un fuerte proceso de reestructuración. Hoy, las distorsiones presentes en el mercado de los productos largos como el alambrón, amenazan directamente la sustentabilidad de sus operaciones”, explicó la compañía mediante un comunicado.
Fuente:Pulso www.chilemineria.cl