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2017, el año de verdadero riesgo para las empresas de mercados emergentes
La ecuación es fácil. Si la economía se desacelera, los ingresos de las empresas se reducen; y a menos ingresos, mayores son las dificultades de las empresas para pagar.
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Los inversionistas globales parecen convencidos de que este es el escenario que enfrentan las empresas de mercados emergentes, cuyas economías se desacelerarán fuertemente por la caída de precios de las materias primas. Eso explica el ritmo récord en que los inversionistas están retirando sus capitales de los bonos corporativos emergentes. El mes pasado, los inversionistas retiraron casi US$ 13.600 millones de activos vinculados a bonos de empresas de países emergentes.
Consultada por la salud de los mercados emergentes, la directora ejecutiva del FMI, Christine Lagarde, llamó a los inversionistas a «no meter a todos en la misma canasta», citando a India y México como países saludables, en comparación a China o Brasil.
La reacción del mercado es distinta y parece apostar por una crisis de deuda, alimentada además por la depreciación de las monedas emergentes frente al dólar, que encarece el costo de la deuda extranjera para las empresas. «¿Hay un endeudamiento excesivo de las empresas en mercados emergentes? La respuesta, en general, es sí. ¿Vamos a ver una crisis de defaults corporativos en 2016? La respuesta es no», sentencian los analistas de renta fija del Deutsche Bank Research en uno de sus últimos informes.
El panorama es distinto para 2017-2018, para cuando los mismos analistas del banco alemán reconocen su preocupación por ser el período en que vence la mayor cantidad de bonos. De hecho, mientras se espera que este año los vencimientos de deuda emitida en dólares por empresas emergentes sumen US$ 88.863 millones, el próximo año la cifra saltaría a US$ 122.373 millones. «Las condiciones de liquidez para 2017 son menos atractivas, debido a un aumento de 38% de los vencimientos en dólares y la incertidumbre sobre el precio de las materias primas y monedas», señalan los analistas. A esto se suma la eventual pérdida de apetito de los inversionistas por los bonos (y activos en general) emergentes, y la eventual necesidad de que los bancos centrales de los países en desarrollo deban elevar las tasas de interés ante las presiones inflacionarias. Un ajuste monetario en los mercados domésticos, sumado a la falta de apetito de los inversionistas por activos más riesgosos, limitaría la liquidez disponible para refinanciarse a través de la emisión de nuevos bonos.
Gonzalo Borja, jefe de renta fija de mercados emergentes para CreditSuisse, reconoce los riesgos, pero descarta una crisis como las de 2002 o 2008. «Hay una tendencia al alza en los defaults, pero si se toma una referencia histórica, las tasas aún son bajas», afirma, y proyecta que la tasa de defaults entre las empresas emergentes subirá del 3,8% de 2015 al 4,5%-5% este año. En 2017 la tasa sería más alta.
Como señala Lagarde, no todos los mercados emergentes son iguales. Tanto los analistas del Deutsche Bank como Borja, de CreditSuisse, ven un mayor riesgo de defaults entre las empresas de América Latina. Pero no este, sino el próximo año. En el caso de las empresas latinas, el problema principal no son los vencimientos. Para 2016, la buena posición de caja en que se encuentra la mayoría de las empresas, así como los bancos de la región, representa una buena oportunidad para enfrentar la volatilidad este año. Sin embargo, analistas advierten que si el deterioro de las materias primas continúa y las monedas de la región siguen depreciándose, el costo de la deuda podría poner bajo demasiada presión flujos de caja ya debilitados.
«Será clave si los mercados de capitales se cierran a estas empresas, y cuáles son sus chances de refinanciamiento y a qué costo», agrega Borja.
US$ 700 mills, fueron retirados la última semana de los fondos de deuda emergente de EE.UU.
Fuente: El Mercurio www.chilemineria.cl