El gerente general de Minera Centinel se refiere al plan de reducción de costos que llevan adelante en el distrito Centinela de AMSA para hacer frente a la caída del cobre. Y adelanta más recortes en el futuro a los proyectados.
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Como una simple coyuntura ve el gerente general de Minera Centinela, André Sougarret, el salto que ha experimentado el metal rojo tras la elección de Donald Trump como Presidente de Estados Unidos.
El ejecutivo conocido por su papel clave en el rescate de los 33 mineros y hoy a cargo de un distrito cuprífero clave de Antofagasta Minerals, presenta los planes futuros de los yacimientos El Tesoro y Esperanza, ubicados en la II Región, a casi dos años y medio de la fusión de dichos activos.
“Nuestro objetivo es poder meternos en el segundo cuartil de costos. Estructuralmente el proyecto está para que estemos en esa posición”, dice.
Adicionalmente expone el plan de reducción de costos que está llevando adelante el distrito minero que este año tiene como objetivo el ahorro de unos US$60 millones: a la fecha se ha alcanzado cerca de 80% de esa meta.
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Sin embargo, los ahorros no quedarán ahí, porque Sougarret estima para el próximo año nuevos objetivos con el fin de hacer frente a la caída del boom minero.
¿Cómo se analiza el alza que ha tenido el precio del cobre durante las últimas jornadas? ¿Es un veranito de San Juan?
-Yo creo que es un veranito de San Juan. No hay indicadores de mercado que digan que esto es sostenible en el tiempo. Probablemente tiene que ver con la volatilidad a propósito de la incertidumbre que están provocando los cambios en Estados Unidos. No creo que se mantenga. Las proyecciones son mantener el precio de este año los próximos años, el año 2017 en particular.
¿Cómo ven este año para Centinela en términos productivos?
-Hoy respecto al año pasado esperamos subir levemente la producción. En 2015 tuvimos cerca de 220 mil toneladas y vamos a ir a 234 mil (…) Nuestro objetivo es meternos en el segundo cuartil de costos. Estructuralmente el proyecto está para que estemos en esa posición.
Han bajando muy drásticamente el costo de caja en lo que va del año, ¿A qué se debe esto?
-Parte de los resultados se dan de la fusión que tuvimos en su momento. Lo que hemos bajado particularmente son la distancia de transporte y los costos de la mina, que son variables importantes para el cálculo de costos final, y otras iniciativas internas que tienen que ver con la mejora de productividad: la simplificación funcional, es decir, todas las áreas que apoyan a la producción, y por otro lado abordar el tema de mantenimiento que es relevante para el costo final del proceso completo.
La minera tiene un agresivo plan de optimización de cara a 2020. ¿Tienen estimaciones de cuánto recortan con esto?
-Lo que tenemos hoy día es un plan de optimización que hemos ido generando durante el último año. En particular durante este año nuestro plan de reducción de costos apunta a US$60 millones, y hoy estamos a un 75-80% de cumplir esa meta por lo tanto los costos que estamos proyectado hacia finales de año se ajusta al presupuesto que teníamos. La idea es poder mantenerlo en materia de costos en los próximos años y mejorarlo con un yacimiento más difícil. Tenemos que agregar nuevos programas de reducción de costos de los que hoy día estamos presupuestando, pero hoy no tenemos la meta final de cuánto será en los próximos años.
Hoy en el mundo minero hay una tendencia de compartir infraestructura para reducir costos, ¿están hablando con alguna?
-Nosotros lo estamos haciendo entre el grupo minero. Nosotros compartimos la entrega del agua a Antucoya, es decir, Antucoya se nutre de la cañería que va a Centinela y como parte de diseño nosotros ampliamos la capacidad de porteo; y todos los proyectos futuros que vienen en Centinela ocupan el mismo territorio. Ampliaremos el puerto cuando ampliemos la concentradora, por lo que tenemos una franja de infraestructura definida y que para nosotros es estratégica para darle salida a los proyectos futuros de la compañía.
En la medida que aparezcan más proyectos con las exploraciones, es una ventaja que vamos a seguir pensando, por el momento es solo Antucoya y Centinela. Zaldívar queda demasiado lejos.
A dos años de la creación del distrito Centinela, ¿cómo evalúa su implementación?
-Fue un proceso que al principio de entendió solo como de reducción de costos, que en la práctica funcionó pero que no ha sido suficiente para enfrentar el desafío, pero nos ha permitido habilitar lo que será el desarrollo futuro a través de infraestructura común que vamos a utilizar y generar un concepto de operación en que podamos utilizar mejor los recursos a nuestra disposición. Es bastante positivo y es parte de lo que está desarrollando el grupo minero en Pelambre y Centinela.
¿No han evaluado incluir a Antucoya en el distrito?
-Eventualmente podría ocurrir. Hoy no está definido así, pero se podría dar la coyuntura futuro que fuera integrada en una sola operación futura en el norte.
Uno de los objetivos de la minera es llegar a las 400 mil toneladas anuales, ¿cuándo se concretará eso?
-Hoy día estamos desarrollando el proyecto de MC, parte de la cartera que todavía está activa dentro del mercado minero. El proceso que estamos hoy día está próximo a salir el estudio de impacto ambiental (EIA), y dentro del próximo año se hará la factibilidad. Esperamos hacia finales del 2017, principios del 2018, tomar la decisión final. Obviamente nos favorecerá tener mejores costos, eso nos va a ayudar a que el proyecto sea más fácil de aprobar.
Y ese proyecto incluye dos fases.
-La fase 1 en realidad es ampliar la concertadora, hacer una nueva, abrir un nuevo rajo que se llama Esperanza Sur, la primera etapa es llegar a una concentradora de 90 mil toneladas por día y la segunda etapa, a 150 mil toneladas adicionales.
. Fuente: Pulso www.chilemineria.cl