Aunque reconoce que para aumentar la producción de litio en Chile se necesita solucionar el “lío” con la minera, el vicepresidente de Corfo insistió en que si Ponce no vende, no habrá acuerdo.
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La serie de litigios que mantiene la Corfo con SQM están retrasando el crecimiento de la producción del litio del país, mineral que la estatal se ha puesto como foco impulsar y donde ha elaborado una estrategia para no perder el liderazgo mirando el 2035.
Hoy el país tiene cerca del 25% de la elaboración mundial de este mineral, con cerca de 70 mil toneladas equivalentes, dividido en 45 mil de SQM y 25 mil de Rockwood, con datos a 2015, sobre un mercado de 190 mil.
La proyección del vicepresidente ejecutivo de Corfo, Eduardo Bitran, es que a 2035 el mercado será de 1 millón de toneladas y, para no perder posiciones, Chile deberá elaborar del orden de 300 mil.
Una parte de la nueva oferta vendrá de Rockwood, con quien la estatal acaba de firmar un acuerdo que le permitirá producir 80 mil toneladas de litio anuales. Otra parte será probablemente lo que está haciendo Codelco con la búsqueda de un socio y otros proyectos menores en otros salares. ¿Y el resto?
“Mas temprano que tarde tendemos que resolver los líos con el vecino de Rockwood”, dice el ex ministro.
Para resolver el conflicto con SQM, hay dos caminos dice Bitran: uno que nos vaya bien en el arbitraje, que de todos modos reconoce es un tema incierto, y la otra es lograr un acuerdo si SQM cambia.
Sin embargo, alcanzar un trato con la minera controlada por Julio Ponce Lerou aún se ve lejano, ya que a pesar del acuerdo anunciado hace unos días por los accionistas principales de la empresa, en el que se perfeccionan aspectos del gobierno corporativo, en Corfo lo encuentran insuficiencia, ya que este tiene un carácter transitorio y eventualmente, sería reversible al término del mandato de este directorio. Incluso, dice, un cambio en los estatutos de la minera, que sumara nuevas modificaciones, tampoco sería suficiente.
Aunque la venta es necesaria, Bitran matizó señalando que no necesariamente buscan que Ponce salga de la empresa, “si él quiere tener acciones de cuanta compañía quiera, es problema de él, pero no puede tener un rol, ni pactos de accionistas”, sentenció.
De todos modos, Bitran corre contra reloj en esto. En menos un año terminará su periodo en la estatal, dado el cambio de gobierno. ¿Este plazo lo presiona a buscar un acuerdo que le reportaría fuertes ingresos al país? “A uno le gustaría resolver los problemas, pero no a cualquier costo, no por generar una solución lo va a hacer con una empresa que no tenga garantías”.
Según explica Bitran, replicar las condiciones del trato celebrado con la norteamericana Rockwood, por ejemplo, pero a la escala de SQM, implicaría beneficios para el Fisco que podrían alcanzar entre los US$ 300 millones y US$ 400 millones al año.
Pero dice que no tiene apuro. “No tengo ningún problema con que sea la siguiente administración la que llegue a un acuerdo (con SQM), en la medida que el estándar sea el que dejamos nosotros, porque hay una razón ética y pragmática de ser capaz de asegurar la sostenibilidad del salar”.
Bitran hace referencia al proceso sancionatorio que enfrenta SQM en la Superintendencia de Medio Ambiente, entre otras cosas, por extraer salmueras por sobre lo autorizado.
“La evidencia que tenemos es que no se han estado respetando los acuerdos de la RCA por parte de la empresa, lo que es gravísimo. Sabemos que ya hay algunos daños y hay que ver si la causalidad corresponde”, aseguró.
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Fuente: Diario Financiero www.chilemineria.cl