El grupo minero reconoce que ha aprendido de las malas experiencias vividas en Alto Maipo y ahora tercerizarán los suministros de agua y energía.
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El nuevo ciclo alcista que está viviendo el precio del cobre tiene optimista al presidente ejecutivo de Antofagasta plc, Iván Arriagada, pero también lo tiene cauteloso, pues el ejecutivo asegura que el promedio de US$ 2,50 de la libra, es un valor que se sitúa en el “rango medio hacia abajo”.
Por eso ahora el grupo Luksic será más cuidadoso con la asignación de capital, las que se centrarán en crecer en el negocio del cobre y dejarán de lado las incursiones en otros sectores. La señal la dieron a inicios de año cuando se desprendieron de su participación en la central hidroeléctrica Alto Maipo y lo volvieron a dar esta semana, al vender el 40% que tenían en Javiera, planta solar que suministra energía al yacimiento Los Pelambres.
“La eficiencia en la asignación de capital es importante para el ciclo que viene y está vinculado en cómo abordamos las inversiones que puedan venir en el futuro”, explica Arriagada.
¿Esta reflexión nace por los problemas vividos en Alto Maipo?
Hemos ido aprendiendo de esos casos, confirmando nuestra tesis y vocación minera. Es importante que en este nuevo ciclo creemos las condiciones para hacer que las inversiones sean atractivas. Lo que nos interesa desde el punto de vista de la energía es poder tener un suministro competitivo y ojala lo más limpio posible y para eso no necesitamos ser propietario de las instalaciones. Lo que necesitamos es tener contratos que nos provean de esa energía. En ese sentido, ha habido una evolución en el grupo.
¿Se desprenderán de su participación en El Arrayán?
Cada caso se analiza en su mérito y en el momento oportuno. Lo importante para nosotros es seguir recibiendo la energía que produce El Arrayán, porque va en línea con nuestro objetivo de propiciar el desarrollo de energías limpias, sin emisiones.
¿Los proyectos vinculados con el agua también lo tercerizarán?
Hoy la provisión de contratos de energía y puntualmente los de suministros de agua cuentan con inversionistas y suministradores especializados que antes no existían. Eso nos favorece, porque permite que inmovilicemos menos capital en la inversión de este tipo de infraestructuras.
¿Qué harán con la planta de agua que necesita Pelambres?
El proyecto contempla que nosotros construyamos la planta desaladora. Sin embargo, no descartamos que una vez construida, evaluemos modelos donde esta planta sea transferida a un tercero.
¿Hoy el norte surge como un foco más atractivo para el grupo?
En el portafolio, Pelambres es el más relevante y proyectamos hacia el futuro que lo seguirá siendo. Pero, también hemos ido desarrollando el distrito del norte y pensamos que es interesante para el desarrollo del grupo en el futuro; sin embargo, sus condiciones de leyes son más bajas.
¿Centinela es lo principal ahí?
El proyecto aprobado contempla construir una nueva planta concentradora y una vez construida podemos pensar en un ritmo de producción cercano a las 400 mil toneladas. Sin embargo, lo que estamos mirando hoy es secuenciar esa inversión y por eso el proyecto está aún en etapa de estudio. Esto, porque involucra una inversión muy grande saltar a una planta concentradora completa.
¿Y el resto?
Vemos que Zaldívar tiene un gran potencial. Podría agregarle 20 años más de explotación y un ritmo entre 100 y 200 mil toneladas de cobre. Ese es el potencial que vemos y por eso nos pareció interesante la compra del yacimiento.
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Mirando Las Américas
¿El foco del grupo se centrará sólo en Chile?
Nos interesa el negocio minero y la industria es global. Tenemos una preferencia por lo que hemos llamado Las Américas, lo que significa el desarrollo y ver oportunidades desde Canadá hasta Chile y Argentina. Hay un cinturón de formación de cobre asociado a Los Andes que es atractiva desde el punto de vista geológico y ahí tenemos una preferencia. Si hay buenas oportunidades fuera de Chile las vamos a buscar.
¿En ese escenario, Perú surge más como una opción?
Perú dentro de la geografía de Las Américas ha tenido un desarrollo minero interesante y está dentro de la geografía que es atractiva junto con otros países en la región.
¿Qué otros países están mirando?
Nuestro programa de exploraciones en Las Américas tiene proyectos de exploraciones en distintas partes. Dentro de eso está México, Canadá y Estados Unidos.
Cerro Amarillo
¿Preocupa la escala que ha tenido el conflicto entre Glencore y Pelambres en Argentina?
Nos preocupa porque se han iniciado acciones legales en Argentina. Hay dos juicios, uno civil y uno penal, y esto expone a nuestros ejecutivos y ex ejecutivos, los cuales han tenido que concurrir a Argentina a hacer una declaración y esto pueda escalar.
¿Hay riesgo que vayan a la cárcel?
Estamos convencidos que no hay delito, aunque siempre existe un riesgo asociado a decisiones judiciales. En todo caso, el proceso está en etapas preliminares, pero nos preocupa la exposición de nuestros ejecutivos y que ellos sean cuestionados en procesos judiciales en Argentina que no tienen ningún otro origen que haber actuado de acuerdo con los permisos que se dieron originalmente por el Estado de Chile y que estaban equivocados. Ellos actuaron de acuerdo a los permisos vigentes en esos momentos.
¿Hay tenido nuevas conversaciones con el Estado?
La respuesta que hemos recibido de parte del Estado chileno es que este es un conflicto entre privados y nosotros discrepamos de eso. Claramente, este es un problema que involucra a dos estados y hay asuntos fronterizos de por medio y cualquier solución requiere de la concurrencia de ambos. Esa ha sido nuestra posición y la sostenemos.
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