Crearán lineamientos para sistematizar pruebas de nuevas tecnologías en minería. Partirán con una guía de pilotaje para vehículos autónomos.

El paso de extracciones abiertas a subterráneas en Chuquicamata, o el manejo de grandes cantidades de información proveniente de las faenas, son algunos de los fenómenos que, de la mano de la tecnología, están cambiando la manera de operar en la industria minera.

Por eso, el Servicio Nacional de Minería y Geología de Chile (Sernageomín) y el Centro Nacional de Pilotaje (CNP) -corporación pública-privada que junta las necesidades de la industria minera con centros de investigación y desarrollo, proveedores de base tecnológica y Corfo- firmaron un convenio para elaborar guías y lineamientos generales que sistematicen la evaluación de permisos de pruebas piloto de tecnologías en minería. Un proceso que hoy no tiene una definición.

“Se requiere de una guía que ayude a Sernageomin a evaluar estas nuevas tecnologías, y también a los privados que desarrollan y adoptan estas soluciones para que cuenten con un parámetro claro sobre cuáles son los aspectos que deben cumplir”, señala el director nacional de Sernageomin, Alfonso Domeyko.

Añade que la falta de “lineamientos claros” hace que muchas veces no se prueben innovaciones “por temor a algún tipo de accidente, por ejemplo”.

En el Reglamento de Seguridad Minera están explicados los requerimientos que significan la operación de un proceso minero estándar y para eso se dispone de un permiso, llamado “método de explotación”. Sin embargo, cuando llegan requerimientos de nueva tecnología no hay referencias. Por ello, el convenio busca definir los requisitos mínimos para autorizar pruebas en equipos autónomos, innovaciones y otras tecnologías utilizadas en los procesos de la industria, y así responder a las solicitudes que ingresan al Sernageomin.

Juan Cariamo, presidente del directorio del CNP, cuenta que mantienen una red de expertos nacionales e internacionales en distintas tecnologías que proveen la información técnica para generar las regulaciones.

Además, cuentan con cuatro espacios para realizar pruebas en minas pequeñas que están en operación, “que si bien son de menor envergadura que las grandes compañías, tienen condiciones operacionales muy similares por lo que son mucho mejor que un laboratorio”, dice Cariamo, ya que permiten “descubrir todas las interferencias que pueda causar una nueva tecnología en una operación regular”.

Guía para vehículos autónomos

Una de las tecnologías que se está incorporando en la industria son los vehículos autónomos. Por eso el primer paso del convenio será la “Guía para la Presentación de Proyectos Piloto para Tecnología Autónoma”, que estará lista en diciembre.

“También vamos a comenzar a desarrollar protocolos para permitir pruebas y pilotaje de vehículos que utilicen hidrógeno en la combustión”, adelanta Domeyko, algo que hoy no contempla el Reglamento Minero.

Agrega que “si como autoridad damos una estructura básica de lo que tiene que tener un proyecto, es mucho más razonable su proyección económica. La estructura ayuda a planificar los proyectos de manera segura, y da un permiso para probar las tecnologías con certeza y responsabilidad”.