Home » Noticia Destacada, Noticia Internacional, Noticia País » “LA INTENSIDAD DE CAPITAL REQUERIDA CONTINÚA EJERCIENDO UNA PRESIÓN ALCISTA SIGNIFICATIVA”
También en relación a las perspectivas para la minería del cobre, Erik Heimlich, del CRU, estimó por su parte que la producción existente se recuperará en el año 2023.

“El Covid-19 ha sido la historia de 2020 y ha tenido un impacto sin precedentes en la industria minera desde una perspectiva de suministro”. Esta es una de las conclusiones que expresó ayer el vicepresidente senior de metales base en América del Norte y Perú en Teck Resources, Shehzad Bharmal, en la segunda jornada de la Conferencia Mundial del Cobre, en el marco de la Cesco Week Santiago 2021.

Según detalló, en este año las tasas de interrupciones supera el 6% en los primeros tres meses, reconociendo que “estos impactos se han sentido en todo el mundo y creo que veremos efectos secundarios en 2022 y quizás también en años futuros”.

El ejecutivo agregó que en 2020 la demanda de cobre se mantuvo relativamente fuerte y el escenario de oferta “parece bastante limitado a mediano plazo”. “Hemos visto años de poca inversión en el desarrollo de la próxima ola de proyectos de cobre después de que pase esta ola de proyectos que están en construcción”, comentó.

Al respecto, alertó que el tiempo promedio para llevar los proyectos de cobre al mercado ha aumentado a más de 11 años y sigue aumentando.

“A medida que las empresas se aventuran en nuevas jurisdicciones que no tienen un historial de minería, también enfrentarán nuevos desafíos. La madurez institucional es vital para proyectos de gran envergadura, una de las razones por las que apostamos por invertir en Chile”, aseguró.

Sobre nuestro país -donde la canadiense construye el proyecto Quebrada Blanca II-, Bharmal indicó que se logró un 40% de avance al final de 2020 y que anticiparon la primera producción en la segunda mitad de 2022.

El ejecutivo sostuvo que “la intensidad de capital requerida para la minería del cobre continúa ejerciendo una presión alcista significativa”. Y, a pesar de la liquidez financiera global en general, “hay escasez de capital disponible para comprometerse con nuevos proyectos totalmente nuevos de tamaño y escala”. De todas formas, estimó que eventualmente se atraerá dinero, pero llevará más tiempo y seguirá siendo escaso.

En ese marco, espera que la demanda de cobre “se duplique de aquí a 2050” recalcando que hay razones para ser optimista “no solo debido a los desafíos de suministro, sino a su rol como parte esencial en un futuro bajo en carbono”.

Por su parte, el analista principal del CRU, Erik Heimlich, señaló que, a pesar de un 2020 complejo, los fundamentos del mercado del cobre siguen siendo sólidos. Estimó que la producción existente se recuperará en 2023 y que la brecha de suministro alcanzará 5,9 millones de toneladas en 2031. El experto agregó que podrían producirse 10,6 millones de toneladas de nueva producción si el precio es suficientemente alto. Además, señaló que todavía la intensidad de capital se mantiene alta y alertó que “si aumentara, sería un desafío importante para los proyectos”.

Y advirtió: “La gran cantidad de proyectos en la cartera de cobre puede ser engañosa. El progreso ha sido muy lento y están comenzando a surgir nuevos desafíos”.


Fuente/Diario Financiero
Chile Minería
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