El nuevo presidente del directorio de la minera repasa aquí los desafíos de la gestión que inició hace un mes. La principal meta será ejecutar los proyectos estructurales para mantener el nivel de producción de Codelco en torno a 1,7 millones de toneladas. Pero además, robustecer unas finanzas heridas por una alta deuda, lo que exigirá reinvertir parte de sus utilidades. Pacheco valora la gestión de Octavio Araneda en la presidencia ejecutiva. Pero no es definitivo. “En el mundo ejecutivo sabemos que estamos siendo evaluados permanentemente”, advierte.
Doce días antes de ser designado presidente del directorio de Codelco, Máximo Pacheco Matte (69 años) conversó con el nuevo ministro de Hacienda sobre asuntos económicos y, casi al final, antes de despedirse, Mario Marcel, usando la tercera persona, le preguntó: “Si te ofrecen Codelco, ¿tú lo vas a aceptar?”. La respuesta de Pacheco, según Pacheco, fue más o menos así: “Mira, puedes no aceptar ser candidato a algo o no aceptar una campaña, pero yo creo que en Chile no se puede no aceptar el cargo de presidente del directorio de Codelco, porque lo asocio a una responsabilidad patriótica”.
Doce días después de esa conversación, el 30 de marzo, el Presidente Gabriel Boric, quien como diputado conoció al entonces ministro de Energía, le ofreció la presidencia de Codelco. Y Pacheco aceptó. Militante PS y exalto ejecutivo de International Paper y director de empresas, en primera vuelta votó por Yasna Provoste y en segunda, por Boric. Pacheco volvió a Codelco el 31 de marzo, 28 años después de haber ocupado por cuatro años la vicepresidencia de operaciones que ejerció en el gobierno de Patricio Aylwin. Su nombre sonaba desde principios de año y mucha gente lo felicitaba por algo que aún no era.
Instalado a tiempo completo en las oficinas que Codelco utiliza en el mismo edificio de los ministerios de Minería y Economía -la casa matriz está en remodelación hasta noviembre-, Pacheco ya suma 30 días al mando. En mayo llegan dos nuevas directoras -Pamela Chávez y Josefina Montenegro- y espera la pronta designación de los representantes de los sindicatos en un directorio de nueve miembros.
¿Por qué cree que tardó tanto su designación?
Yo no creo que haya tardado mucho. Por ley, el cargo de presidente del directorio tenía que reemplazarse el 11 de mayo. Y esto no fue así porque el anterior presidente renunció el 11 de marzo, 60 días antes de lo que la ley señalaba. Por lo tanto, para un gobierno que se está instalando, que está eligiendo sus equipos ministeriales, territoriales, subsecretarías, jefes del servicio y empresas públicas, esto introdujo un estrés porque no era lo que estaba programado.
¿Qué opina de la renuncia anticipada de Juan Benavides, su antecesor?
Yo no lo habría hecho. La ley transmite bien el espíritu de que las empresas públicas no dependan del gobierno de turno y que tengan un presidente que no cambia el día que se cambia el Presidente de la República.
¿Tuvo contacto con Benavides?
Cuando fui nombrado, recibí un mensaje de él, de felicitaciones, que se lo respondí. Después yo lo llamé. Yo pedí juntarme con él, para que hubiera un traspaso, aunque fuera mínimo, del mando.
¿Y no le reprochó su renuncia anticipada?
Él sabe mi opinión.
¿Por qué Apruebo Dignidad no logró llenar altos cargos económicos y debió recurrir a Mario Marcel, Hernán Frigolett, usted, Jessica López, Jaime Pérez de Arce, Guillermo Muñoz, gente cercana al PS? ¿Faltaban cuadros con experiencia?
Yo lo interpreto como que, efectivamente, gobernar es muy difícil y que una vez que asume, el gobierno necesita sumar, convocar, atraer. Y creo que es una cosa que habla muy bien del gobierno, el que justamente muestre una actitud y una disposición a sumar y a atraer gente que han estimado que son importantes, que tienen experiencia y que pueden fortalecer los equipos.
¿Este es su gobierno?
Definitivamente.
¿Comulga con su programa de gobierno?
Definitivamente. Cien por ciento. Yo soy un hombre de certezas.
¿Qué aporta Máximo Pacheco a Codelco?
Yo he sido sorprendido de lo cálida que ha sido la acogida a mi llegada y confieso que no me lo esperaba, porque la gente lo podría haber interpretado de diversas formas: llegó un exministro, llegó un ejecutivo de una multinacional, llegó un político. Me podrían haber puesto muchas estampillas. El sello con el cual yo he sido recibido en esta empresa es “llegó un ex Codelco”. Creo que aporto que conozco esta empresa, su cultura y lo esforzado del trabajo minero. Conozco bien el orgullo de ser Codelco, conozco bien sus complejidades, aunque obviamente hoy es mucho más compleja que la empresa en la cual yo trabajé hace 28 años.
Antes de su designación, algunos dirigentes sindicales recordaron su paso por Codelco y el caso Dávila. ¿No fue esa una mancha de su carrera?
Para nada. Primero, yo no participé en nada del caso Dávila, porque yo era el vicepresidente ejecutivo de operaciones, yo tenía a mi cargo las cinco divisiones. El “Davilazo” fue un fraude doloroso para Codelco y obviamente muy traumático. Y fue profundamente investigado: lo investigó el ministro Benquis, un gran ministro de la Corte Suprema, y nunca siquiera me citó. No es que me absolvió; yo no estoy mencionado en su investigación. Luego se investigó por parte de la Cámara de Diputados; nunca fui citado. Y finalmente, una gran investigación de la Contraloría General de la República, donde tampoco nunca fui citado, en ninguna calidad, porque todo el mundo entendía que yo funcionaba, digamos, en el mundo de la producción y operaciones, que no tenía nada que ver con lo que había pasado, que era una operación financiera y una operación de futuros.
¿Y por qué cree que algunos dirigentes sindicales recordaron el caso?
Probablemente por falta de información. Algunos de los que firmaron esa carta que mencionas me han dicho que no dijeron eso, de lo cual deduje que no habían leído la carta y que solamente la firmaron porque había gente que estaba promoviendo eso. Pero para efectos prácticos, se ha dado vuelta completamente esa página, mi relación con los dirigentes sindicales del cobre es muy cálida, muy fluida. Hay expectativas muy favorables a recomponer nuestras relaciones.
¿Estaban dañadas las relaciones entre la administración y los trabajadores?
Se habían interrumpido las relaciones de la alta administración y el directorio de la Federación de Trabajadores del Cobre (FTC). Desde hace ya hace tres años no había relaciones y eso le hizo daño a la empresa. Esta empresa tiene una tasa de sindicalización del 99% en los trabajadores y más del 65% en los supervisores. Esto es una empresa con una larga historia y trayectoria sindical, con 140 dirigentes sindicales que cumplen un rol.
Pero hay mucha división sindical. Durante dos años la FTC y los supervisores no han podido nominar a sus dos directores…
Yo me he juntado con ellos y les he hecho saber que hemos echado de menos la presencia de los trabajadores y supervisores en la sala de directorio, que no ha sido bueno para la empresa. Esas sillas vacías hay que llenarlas lo antes posible. Los trabajadores ya han definido su quina y los supervisores creo que la van a decir próximamente (…) Los seres humanos somos diferentes, tenemos valores, miradas, intereses diferentes y nos hace bien tener en el directorio gente que pueda contribuir a generar una relación de confianza y una relación de colaboración, cooperación.
¿Usted cree que los trabajadores de Codelco son privilegiados, como planteó el expresidente Aylwin?
Cada día que recorro nuestras operaciones constato lo sacrificado del trabajo de los mineros, es un trabajo de sistemas de turno: algunos siete por siete -siete días trabajando, siete días en la casa-; otros 14 por 14, otros cuatro por tres. El 13% de la dotación son mujeres. Ayer estaba en Salvador y veía a Catalina, una trabajadora que me decía que tiene trillizas de un año, y está en la faena en un régimen de turnos 7 por 7. El trabajo de la gran minería del cobre es muy, muy esforzado, de mucho sacrificio.
Pero es bien remunerado…
Bien remunerado y me enorgullezco de eso. En esta empresa no hay nadie, nadie, ningún trabajador contratista, que gane menos de $500.000. Ese es el Chile que nosotros queremos. Yo he visto mucha gente que de repente la perdemos porque nuestros competidores pagan mejor y que vuelven a Codelco. ¿Y por qué volviste?, pregunto. ‘Porque aquí hay algo que tiene mucho valor. Yo aquí estoy haciendo algo bueno para Chile’. El trabajo no puede ser solamente el sueldo que me pagan a fin de mes. Yo necesito saber que lo que yo estoy haciendo tiene valor para mi país y la gente muchas veces gana menos acá, pero está porque le encuentra a este trabajo un mayor valor, por la contribución que está haciendo esta empresa a la Tesorería y a las finanzas públicas.
Los proyectos estructurales
¿El presidente le hizo algún encargo especial con Codelco?
Muchos. Por de pronto, que nos transformemos en una empresa líder en la minería chilena en materia de protección ambiental y que seamos capaces de ejecutar nuestros proyectos estructurales. Él sabe de la complejidad que hay en esto, el Presidente de la República sabe porque el ministro de Hacienda lo informa debidamente que, para las finanzas públicas, los recursos que genera como excedentes Codelco son muy gravitantes y, por lo tanto, es muy importante mantener la sostenibilidad de esta empresa y que esta empresa, que hoy día produce 1.700.000 toneladas al año, sea capaz de sostener eso para mantenerse competitiva, para mantenerse en el segundo cuartil de costos, y que nuestra producción en un 75%, de aquí al 2030, va a salir de los nuevos proyectos.
El año pasado, Codelco tuvo excedentes por casi US$ 7.400 millones e hizo aportes al Estado por US$ 5.500 millones. En el primer trimestre los excedentes bajaron un 6,5%. ¿Codelco va a disminuir o superar los excedentes del récord del año pasado?
Yo creo que nosotros vamos a generar excedentes que van a superar el presupuesto que comprometimos con Hacienda.
¿Cuál fue ese presupuesto?
El presupuesto fue de US$ 4.500 millones.
La empresa tiene una alta deuda, de US$ 18 mil millones. ¿Qué harán?
Nos hemos puesto de acuerdo con Hacienda en que vamos a cuidar el balance financiero de esta empresa. Y en esto no hay dos opiniones. Nosotros tenemos una profunda convicción de la importancia de las empresas públicas, y Codelco es la mayor empresa pública del país. Y porque creemos en la empresa pública, hay un compromiso porque esta empresa sea robusta en lo financiero.
¿Y eso qué significa? ¿Pedirán nuevas capitalizaciones del Estado?
Tenemos varias opciones, varias formas de hacerlo. Lo que hemos señalado es que una empresa como Codelco, que tiene el mayor portafolio de proyectos de la minería mundial, que tenemos US$ 4.500 millones al año en inversiones, no puede financiarse sólo con depreciación y deuda. Esta empresa genera una cantidad significativa de utilidades, es una vaca lechera. Y como tal es una empresa que, si queremos sostenerla en el tiempo, necesitamos financiar sus proyectos y su futuro con alguna proporción de sus utilidades, reinvertirlas en la empresa.
Tenemos que cuidar de qué manera vamos a jugar con esta ecuación que tiene que combinar cuánto son las utilidades que necesita el dueño para sostener un programa social y todo lo que se financia con el excedente de Codelco, y cuánto necesitamos para reinvertir en la empresa para sostener esto en el largo plazo. Nada aquí se hace de un día para otro y, por lo tanto, es muy importante cuidar el largo plazo de la empresa. Y eso se hace con un balance robusto y reinvirtiendo en alguna medida las utilidades en la empresa y no sacándoselas todas.
¿Y esto es urgente?
Es urgente. Lo importante es con Hacienda estamos alineados en un objetivo y el objetivo es tener una empresa robusta no solo en lo operacional, lo tecnológico, lo social, también en lo financiero. ¿Y eso qué significa? Significa que nosotros reconocemos como una tremenda ventaja el que Codelco tenga esta cartera de proyecto. Las empresas tienen dos pisos: el primer piso es la operación, el Opex (operational expenditure), y el segundo piso son las inversiones, el Capex (capital expenditure).
Mucha empresa muy buena, tiene un Opex muy bueno porque sabe hacer lo que hace y sabe ganar plata, pero no tiene proyectos. Tener proyectos para una empresa es un privilegio. Hay muchas empresas que sufren porque ganan dinero con lo que hacen, pero no tienen oportunidades de crecimiento, de inversión. A Codelco le pasa todo lo contrario.
¿Los cinco proyectos estructurales están en plazo y presupuesto?
No, no están en plazo, en parte por la pandemia, en parte porque, contra todo lo que se dice, la minería en Chile está viviendo un momento de enorme actividad. La mayor dificultad en este momento para ejecutar nuestros proyectos de inversión es la falta de mano de obra, en parte porque muchos otros proyectos los están desarrollando nuestros competidores. Además, hay una presión de costos muy fuerte. Este es un negocio donde el 18% de nuestro cash cost es remuneraciones y el 13% es energía, pero a los proyectos de inversión también les pega la logística, la cadena de abastecimiento. Para nosotros era un problemón el lockdown, en China, en Shanghái.
¿No bajará la producción de Codelco en los próximos años dado el retraso?
Yo espero que no, creo que no. Codelco hasta hace un tiempo atrás pensaba que podía aumentar su producción. Se habló hasta de 2.400.000 toneladas. Yo creo que lo realista es asumir que vamos a ser una empresa capaz, con estos proyectos nuevos, de sostener nuestra producción en 1.700.000 toneladas y ubicarnos en el segundo cuartil de costos, de manera que vamos a ser muy competitiva.
¿Podría Codelco ser una futura empresa nacional del litio también?
Yo suscribo plenamente la idea de la creación de una empresa nacional del litio. Eso fue parte de un debate que ya se hizo en Chile, se hizo durante la campaña presidencial: lo que postulaba la candidatura del Presidente Boric era la creación de una Empresa Nacional del Litio y ahora lo que corresponde es que el gobierno mande un proyecto de ley al Parlamento donde se formule esta empresa, se establezca su marco legal y regulatorio. Y veo que esto va a avanzar más bien por ese lado.
¿Más que Codelco asuma un rol en la industria del litio?
Nosotros tenemos un rol en la gran minería del cobre, somos una empresa del Estado y vamos a contribuir con todo lo que se pueda a que este mundo cada día más eléctrico, con electromovilidad, que necesita cobre y litio, sea un mundo que beneficie a Chile. Tenemos algunas pertenencias en el salar de Maricunga, tenemos un programa de exploraciones por US$ 20 millones por 8 a 10 meses. Vamos a ser un actor en la medida en que cerremos ese programa de exploraciones y veamos que ahí hay alguna oportunidad, pero tal es la magnitud de los proyectos que tenemos en el cobre que me parece que lo más probable es que el desarrollo de litio en Chile vaya por el lado de la Empresa Nacional del Litio.
El proyecto para una planta de desalación, ¿Cuándo se resuelve?
Ese proyecto en este momento está en el final de sus negociaciones con el consorcio que nos hizo la propuesta y espero que lo podamos ver en el directorio del mes de junio, por ahí, donde podamos tomar una decisión.
“Todas las personas en el mundo ejecutivo sabemos que estamos siendo evaluados permanentemente”
¿Octavio Araneda seguirá siendo el presidente ejecutivo de Codelco?
Lo único que te puedo decir es que yo no conocía a Octavio Araneda. Lo conocí cuando llegué a la sala de directorio, he trabajado estos 30 días en total armonía con él, fluidez, confianza y buena onda. Hemos tenido reuniones en mi casa, también he visitado divisiones con él. Tengo una relación de trabajo que yo valoro inmensamente.
¿Se va a dar algún plazo para evaluar su continuidad?
Mira, todas las personas que estamos en el mundo ejecutivo sabemos que estamos siendo evaluados permanentemente. Además, aquí hay un sistema muy, muy completo de evaluación de desempeño de nuestros ejecutivos, desde el presidente ejecutivo para abajo y con evaluaciones de 360, de desempeño y cumplimiento de metas.
Las reglas del juego son que yo tengo que estar permanentemente siendo evaluado y eso es una muy buena práctica, esta es una empresa sofisticada en esa materia y que bueno que así sea, porque una de las cosas que yo siento es que el país conoce muy poco a Codelco, tal vez por debilidad nuestra, porque hemos vivido demasiado encapsulados, porque al final tenemos una presión de trabajo muy fuerte…
Una semana antes de su designación, la ministra de Minería dijo a Pulso: “Una vez que el directorio esté completo, vendrá la designación del presidente ejecutivo”. ¿Fue un error?
Yo tengo una relación muy grata con la ministra y lo único cierto es que el gobierno corporativo en Codelco funciona. Aquí hay una ley que fue dictada en 2010, donde el presidente del directorio es nombrado por el Presidente de la República, hay directores nombrados por la Alta Dirección Pública, dos por el Presidente, y representantes de los trabajadores, supervisores. Ese cuerpo colegiado da las directrices, define las directrices y también decide cuestiones como la que tú me planteas. Eso está permanentemente en la tabla de reuniones.
La designación del presidente ejecutivo es una facultad del directorio. En rigor, usted no tiene la facultad para removerlo o designarlo…
Absolutamente. Este es un directorio. Es un cuerpo colegiado compuesto por nueve personas, hoy día siete, hasta que se nombre a los representantes de los trabajadores y supervisores. Y funciona con sus decisiones de manera colegiada, efectivamente.
El presidente ejecutivo de Codelco ganó el último año $ 38 millones líquidos al mes. ¿Es mucho?
La verdad es que yo valoro esa pregunta porque me encantaría que esa pregunta también hiciera referencia a cuánto ganan los presidentes ejecutivos de las compañías con las que competimos.
El CEO de Antofagasta Minerals ganó casi 4 millones de dólares el año pasado. Araneda recibió en términos brutos casi un millón de dólares.
Tú me has dado la respuesta. Si él trabajara en otra empresa ganaría cuatro veces más. Es importante que esta conversación la hagamos con respeto hacia alguien que, teniendo posibilidades de estar trabajando en una empresa que le pagaría mucho más, decide seguir su carrera aquí, porque eso es lo que le ha hecho toda la vida. Porque tiene la camiseta de Codelco, porque cree en este proyecto, porque cree en que esta es una empresa muy importante para el país, lo que no siempre eso te lo da otra empresa.
¿Qué porcentaje de su tiempo laboral le está dedicando a usted?
De mi tiempo laboral, 100%. Yo renuncié a todas mis otras actividades, renuncié a la Escuela de Gobierno de la UC, al directorio del Teatro Municipal y a algunos directorios de fundaciones. He decidido dedicarme a esto de manera exclusiva y a tiempo completo. Me parece muy importante dar una señal de que no tengo ningún conflicto de interés: yo no tengo ningún negocio en el área minera, no he sido consultor ni asesor, no tengo ninguna empresa relacionada a esto.
Se lo pregunto por el protagonismo que usted ha tenido, por las visitas que ha hecho. ¿No hay una suerte de suplantación del rol de presidente ejecutivo?
Para nada, para nada. Yo he trabajado toda mi vida en esto y conozco los presidentes de directorios de otras grandes compañías en Chile. No creo que el presidente del directorio del Banco Chile se dedique part time. Es una distribución de roles que le hace bien a la empresa tener: el presidente del directorio está orientado muy hacia afuera y el presidente ejecutivo está muy orientado hacia adentro. Yo me relaciono con los equipos de administración a través del presidente ejecutivo.
Fuente/Pulso Chile Minería www.chilemineria.cl www.facebook.com/chilemineria.cl/ twitter.com/CHILEMINERIA www.instagram.com/chilemineria #chileminería, #minería, #energía,#cobre,#centrocesco, #negocios,#aprimin