La compañía norteamericana decidió ralentizar el desarrollo de nuevos proyectos y adoptó un plan de ahorros ante la menor demanda que existe a nivel global.
La caída en la cotización del litio sigue impactando a las empresas productoras. Una de ellas es la norteamericana Albemarle, cuyas ganancias en 2023 se redujeron en más de US$ 1.100 millones respecto del año anterior, totalizando unos US$ 1.573 millones. Esta cifra incluye un menor cargo antes de impuestos del costo o valor neto realizable, además de un provisionamiento por una valoración fiscal que realizaron en China, precisamente por la rápida caída del valor del mineral. En conferencia con analistas, desde la empresa profundizaron en el efecto que está teniendo el desplome de la cotización, y las acciones que han tomado en sus operaciones.
“Para que podamos volver a acelerar, necesitaremos tener una mejor visión de lo que son los precios y también de la visión a largo plazo. Pensamos que los precios hoy son insostenibles, por debajo de los niveles operativos de efectivo de algunos activos que actualmente están operando, y definitivamente están por debajo de los niveles de reinversión (…) particularmente en Occidente”, aseguró el CEO de la compañía Kent Maters.
Plan de ahorros
En este sentido, detallaron que han decidido ralentizar algunas de sus inversiones, debido a que los rendimientos estimados para los nuevos proyectos no se alcanzan con la actual cotización del mineral. Así, el capex para este ejercicio se redujo en al menos US$ 300 millones en comparación con 2023, al reorientar la estrategia en aquellas iniciativas de mayor rentabilidad. Sumado a lo anterior, la norteamericana definió reducir sus gastos operacionales en unos US$ 100 millones.
“Nuestras acciones incluyen reducir la plantilla y el gasto en servicios contratados. También continuamos evaluando y ejecutando la venta de inversiones complementarias”, complementó el CEO de la compañía, Kent Masters. El plan de la empresa apunta a que estas medidas desbloqueen más de US$ 750 millones de flujo de caja en el corto plazo.
“Este enfoque disciplinado para gestionar la actual desaceleración del mercado refleja las acciones que debemos tomar para preservar nuestra flexibilidad financiera y reembolsar nuestras inversiones”, agregó.
De todos modos, en Albermale ven un horizonte de recuperación, por ejemplo, con un crecimiento de la demanda de autos eléctricos de 28% para este ejercicio, y una mayor de demanda de unas 300 mil toneladas anuales.
Arcas fiscales
Sumado al menor aporte de la industria del cobre, se espera que los recursos provenientes del litio sean menores en 2024. Lo anterior, asociado al rumbo que ha tomado su cotización.
El coordinador macroeconómico de Clapes UC, Hermann González, adelanta que claramente existe un impacto negativo para el fisco, pero no se puede determinar la magnitud, ya que el Ministerio de Hacienda no publica las proyecciones asociadas al mineral.
“No sabemos cuál es el precio implícito en las proyecciones, como sí lo sabemos en el cobre, por ejemplo. Si los precios se mantienen bajo o si siguen bajando, impacta negativamente los ingresos fiscales, pero no sabemos cuánto, porque no conocemos las proyecciones de Hacienda, ni en materia de producción, ni en precio del litio. El otro punto es que también falta información respecto del pago de impuestos de las empresas, lo que hay es solamente el pago de renta de arrendamiento a Corfo, y la parte de impuestos que pagan las dos empresas no se conoce. Por lo tanto, lo que hay ahí es una información parcial”, asegura González.
Fuente/Mercurio Chile Minería www.chilemineria.cl www.facebook.com/chilemineria.cl/ twitter.com/CHILEMINERIA www.instagram.com/chilemineria #chileminería, #minería, #energía,#cobre,#centrocesco, #negocios,#aprimin